El duque y yo

Daphne es la chica más mayor de su enorme familia. Ha llegado a la edad de ser una mujer casadera y, lejos de lo que pueda parecer, eso no le molesta. Ella está decidida a casarse y formar una familia numerosa. Lo que ya no le hace tanta gracia es la insistencia de su madre en buscarle un marido cuanto antes.
Simon es el nuevo duque de Hastings. Su padre acaba de morir y él ha decidido que es el momento perfecto para volver a casa. al contrario que Daphne, él no quiere casarse ni tener hijos. No es cabezonería; tiene sus motivos.
Sin embargo, cuando Simon conoce a la hermana pequeña de su amigo de la universidad, se le ocurre un plan perfecto que puede beneficiarlos a ambos. Con lo que no contaba Simon es con que puede tener todo el autocontrol que quiera sobre su cuerpo y su mente, pero el corazón siempre va por libre.

Decir que este libro me ha gustado es quedarme muy corta. Ha sido una lectura que he disfrutado enormemente y que no me voy a cansar de recomendar.


La historia está narrada en tercera persona y pasado, pero la autora se las apaña para que conozcamos a la perfección los sentimientos y pensamientos de los personajes en todo momento. Como sabéis, no soy muy fan de este tipo de narraciones, pero Julia Quinn ha conseguido que me parezca perfecta. No le cambiaría ni una coma.

Detrás de esa bonita portada se esconde una historia romántica, divertida, con mensajes feministas y de autosuperación. Me ha encantado como la autora consigue meter todo esto en un libro ambientado en 1813 y que no quede forzado.

Pensaba que, como no estoy acostumbrada a leer este subgénero de la romántica, las escenas de la alta sociedad me resultarían cargantes y aburridas, pero no podía estar más equivocada. Julia Quinn consigue hacerte esos momentos muy amenos y divertidos.

La familia Bridgerton me ha enamorado, desde Daphne a sus tres hermanos mayores, cabezones y orgullosos como ellos solos, pasando por los pequeños de la casa, traviesos a más no poder. Violet, la madre, que en un principio no me cayó muy allá, me ha terminado por ganar. Esa mujer es increíble, y no solo por el hecho de haber criado a ochos hijos como lo son los hermanos Bridgerton.
Ella es una mujer muy inocente, como es lógico por la época que le ha tocado vivir. Pero, pese a eso, cuenta con algunas cualidades que la diferencian del resto de mujeres, como, por ejemplo su sentido del humor, su sarcasmo, su valentía y su bondad. Me ha parecido una protagonista muy buena.
Él, por su parte, también me ha encantado. Es unos años mayor que Daphne ya que fue a la universidad con su hermano mayor, pero en el libro no especifican cuánto. Una de las cosas que más me sorprendió y me gustó desde los primeros capítulos es lo parecidos que son Simon y Daphne. Los dos tienen un sentido del humor muy parecido, una complicidad que no se puede tener con todo el mundo, también son cabezotas (él un poco más que ella), y a ninguno de los dos les gustan demasiado los protocolos sociales. Simon tiene una personalidad compleja por culpa de lo que sufrió en su infancia, cosa que conocemos desde el prólogo, y que marca su vida. Os aseguro que no os costará nada quererle.

El único pero que tengo que ponerle a la historia y por el que no le he dado cinco estrellas ha sido el principio del romance. Sé que era otra época, con otras costumbres y otra forma de ver la vida, pero creo que aun así el inicio de la relación entre Simon y Daphne ocurre un poco rápido. Me hubiera gustado ser testigo de más momentos de complicidad entre ellos como amigos antes de dar un paso más. Pero, cuando eso pasa, el romance es perfecto, bonito, divertido y tierno.

El final me ha gustado muchísimo. al ser un epílogo hay cosas que me he perdido de los años que transcurren desde el último capítulo hasta ahí y que me hubiera encantado leer, pero pese a eso es perfecto. Además, deja abierta la puerta de una manera muy original a la siguiente historia de la serie Bridgerton.
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