El duque y yo

¡Wow! Eso es lo que puedo decir sin pensar demasiado. Me ha encantado.

He de reconocer que antes de leer el libro he visto la serie y, aunque me ha condicionado un poco a la hora de imaginarme a los personajes y de saber la trama, ha conseguido engancharme y hacer que me gustase más de lo que esperaba. (De lo que esperaba porque hay que tener en cuenta que había visto la serie antes).

La cuestión es que, a mí, la época victoriana me encanta. de verdad. Es una de mis favoritas y tiene ese encanto especial que hace disfrutar de estas historias desde otro punto de vista.

Daphne empieza su segunda temporada con las ganas renovadas de encontrar un marido. Los hombres la ven como una amiga, no como la chica de la que se deberían enamorar; y eso ella lo aborrece. ¿Es que no tiene nada especial? al menos eso le pasa hasta que conoce al duque de Hastings y decide hacer un trato con él: fingirán un cortejo para así alejar a las posibles futuras esposas para él y acercar a los posibles futuros maridos para ella. Lo que no saben es que ambos se están metiendo en la boca del lobo...

Así que os podéis imaginar qué puede o no puede pasar. He de reconocer que la historia está muy bien llevada, que mantiene la intriga, que tiene unos giros muy buenos y, sobre todo, que resuelve los sucesos de forma magistral.

Obviamente el amor es el tema principal del libro (¿qué novela de esa época no lo tendría?), pero es que también tiene historias de venganza, de pasión, de amistad... Se juntan muchos temas dentro de la historia que confieren un ambiente mucho más realista y dotan de mayor sentido a la trama.

El personaje de Daphne me ha gustado mucho. Creo que es una chica que proyecta perfectamente lo que era ser una chica en esa época, pero, además, juega con la picardía de quien tiene hermanos varones y con la inocencia de la feminidad.

El duque tiene un fondo muy potente que hace que la trama enganche, en parte, gracias a toda la historia de su pasado. Además, ¿quién no lo iba a adorar? Es ese tipo de personaje que te hace cogerle cariño desde la página uno.

Por otro lado, Violet Bridgerton, la madre de Daphne, me ha parecido un personaje espectacular. Es secundario pero tiene una fuerza maravillosa. En cierto modo me recuerda a la madre de Lizzy Bennet, pero sin tanta locura. Simplemente una madre preocupada por el futuro de su hija.

La historia, en general, es una maravilla. Engancha, te hace querer saber más de los personajes y tiene esos momentos de "montaña rusa" que hacen disfrutar a los lectores. Para mí ha sido todo un descubrimiento y necesito seguir con el resto de la saga porque estoy convencida de que los hermanos tendrán historias de esas que ponen la piel de gallina.

Si os gustan los libros de época, sobre todo de la época victoriana, que, además, tengan salseo, no os perdáis este libro. Porque, además, tiene toques de Gossip Girl (la revista de sociedad de Lady Whistledown es maravillosa) que mantienen al lector en vilo.
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