El tren de los sueños rotos

El tren de los sueños rotos es una novela valiente que trata un tema de triste recuerdo, un hecho real como es el atentado del 11 M de Madrid en la línea férrea. Nos presenta un personaje arriesgado, Karam un chico marroquí al que su tierra se le queda pequeña en su afán por crecer como persona y en los negocios. Dejará su Marruecos natal y probará fortuna en Granada, una ciudad con muchas influencias árabes y donde conoce a antiguos compañeros suyos y a amigos de su padre.

Karam procede de una familia que trafica con hachís, su padre es el mayor traficante en la región donde viven y su hijo para prosperar montará su negocio de distribución en la ciudad granadina mientras estudia una carrera. Pronto descubrirá que sus amigos están metidos en temas muy radicales para las ideas que Karam profesa, sus ideas giran en torno al dinero y a los negocios y por lo tanto vive con cierta incomodidad las intenciones de sus nuevos conocidos.

Esta es la historia ficticia de lo que bien podría haber ocurrido anteriormente en ese atentado del 11 M, no será la historia del propio hecho, la trama con Karam como protagonista corre paralela y confluye en ciertos puntos y usa como telón de fondo dicho suceso. Comentaba antes que esta es una historia valiente y atrevida debido al tema delicado que se trata y creo que su autor ha sabido tocarla de manera muy acertada, con respeto y tomándose las licencias justas y necesarias para que su novela sea interesante y se apoye para hacerla más atractiva en un hecho real.

El autor se mueve por un terreno que parece haber estuidado bien, se nota que domina la cultura, sus pinceladas de historia y los apuntes artisticos, tanto que en ciertas ocasiones he dudado sobre quién hablaba si el propio José Antonio o Karam cuando este reflexiona sobre la cultura.

Otra cuestión a destacar son los personajes, desde las primeras líneas sabía que me iba a enfrentar a personajes con los que no compartiría ideas y Karam por su forma de pensar demasiado radical en algunas ocasiones, viviendo demasiado de una cultura de esplendor en el pasado y de un arte dejado por herencia de épocas ya lejanas. Me ha resultado un personaje incomodo de digerir, no por estar mal construido sino por no casar con su comportamiento, con sus ideas, aunque la trama y los hechos invitan a ponerse en su piel, en su personaje y puedo llegar a entender su forma de ser. Los secundarios ayudan a que la novela tenga mucho más cuerpo, José Antonio Quesada despliega todo un elenco de secundarios que le dan mucha viveza a la narración, describen muy bien la nobleza, la fidelidad, la amistad, y una serie de valores que podemos o no compartir pero que sin lugar a dudas nos hará meditar sobre todo lo que está sucediendo y en medio de todo esto, una historia de amor que es la clave para comprender que lejos de cualquier sentimiento, el amor es el único que puede arreglar este mundo.


Una novela que creo que es digna de recomendar puesto que sin ser muy compleja cuenta una historia muy interesante, con muchos matices y que bien nos puede hacer reflexionar aunque para mi gustó el final es demasiado forzado .

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Esta es la historia de un hijo que se beneficia de los negocios turbios de su padre y se involucra en ellos. de un amigo que pese a saber que esta amistad solo puede traerle problemas no quiere cortar lazos hasta que ya es tarde. de un novio que no sabe serlo hasta que las circunstancias hacen que ya no sea posible. Karam es lo que yo denomino un malo bueno, es ese personaje que no siendo trigo limpio, hay momentos en los que quieres que le salgan bien las cosas y otros momentos te enfada porque no hace lo que debe.
Esta novela llevaba en mi pila de pendientes unos meses por varios motivos, el principal, que aunque sea ficción trata levemente un acontecimiento que para los españoles significó que si bien no era el primer atentado que se cometía aquí, habíamos pasado a ser un objetivo principal para los yihadistas. Y sinceramente, me inquietaba que se presentara un libro que de alguna manera justificase un personaje abocado a ese tipo de conducta por sus circunstancias personales.
Pero lo que he encontrado es una novela que nos relata en pocas páginas muchos acontecimientos y sin embargo, no resulta caótica, sino que es fluida y que con sus descripciones nos transporta junto a Karam por sus paseos por ciudades como Granada y Córdoba, inundándonos de detalles de su arquitectura que no solo no resultan pesados, sino que nos transmiten la calma y admiración que siente el personaje. O la acción que le rodea cuando tiene que huir tras determinados acontecimientos.
El resultado final es que la he disfrutado mucho más de lo que tenía previsto, una grata sorpresa.