En esta ocasión mi reseña es del libro “Hoy no quiero matar a nadie” del autor Boris Quercia. (Aprovecho a dar las gracias a Babelio por el envío del ejemplar que me ha dado la posibilidad de descubrir a este novelista). Hasta ahora no conocía a este escritor que además es actor, director y guionista. Es una novela cortita que publica Editorial Alrevés que cuenta con 160 páginas y en la que nos presenta al protagonista, Santiago Quiñones como un “tira”,que es la denominación de los policías vestidos de paisano (no de uniforme) con una conciencia y una forma de actuar muy particular tanto en su ámbito personal como en el profesional. En este último se verá abocado a una serie de circunstancias que, en contra de su voluntad irán sucediendo (como la muerte “sin querer” de Baltasar un pandillero, de la que se sentirá culpable por un lado y en la obligación de cumplir con su deber por otro a medida que avanza la novela. Porque el “no quiere matar a nadie” aunque a veces la responsabilidad de su trabajo le obligue a enfrentarse a situaciones desagradables y en las que su moral le dicta tomar soluciones aleatorias. Tampoco quiere hacer daño sentimentalmente a nadie y aquí entran Marina y Emma las mujeres de dientes “chuecos” que le traerán de cabeza y a las que sin querer y sin poder evitarlo tendrá presentes cada día en múltiples situaciones. Santiago Quiñones es un personaje lleno de excesos y a la vez un hombre que intenta hacer las cosas bien dentro de su particular criterio. Me ha costado un poco leerlo por la cantidad de palabras latinoamericanas que no conocía y que me han interrumpido en ocasiones su lectura. Aun así y pese a este inconveniente es muy rápido de terminar ya que sus capítulos son cortos y utiliza frases escuetas y directas que le dan más ritmo en muchos momentos. Sin duda leeré las dos siguientes entregas de la saga Santiago Quiñones porque mucho me temo que a este personaje le queda mucho por mostrarnos. Una historia al más puro estilo de novela negra donde el olor a pólvora se mezcla con las drogas, el sexo y la dualidad existente entre el bien y el mal. Este libro me parece muy recomendable para amantes del género policiaco con ganas de pasar un rato ameno a la par de trepidante que en ningún caso te dejara indiferente. |