Dios te de cien años de vida por haber socorrido y amparado a un pobre viejo como yo. Rezaré por ti y no volveré a acordarme del tulup de conejo.
|
Dios te de cien años de vida por haber socorrido y amparado a un pobre viejo como yo. Rezaré por ti y no volveré a acordarme del tulup de conejo.
|
Mi amor se enardecia en mi aislamiento y cada día se volvía más doloroso. Perdí el interés por la lectura y por mis ejercicios literarios.Tenía miedo de volverme loco o de caer en libertinaje.
|
Y que le haya ocurrido aquel percance, para un joven no es una vergüenza: el caballo tiene cuatro patas y a veces también tropieza.
|
El pecado es ciego.
|
En mi alma, la tristeza de la separación se fundía con una vaga pero dulce esperanza de futuro, con la impaciente espera del peligro y con un sentimiento de noble ambición.
|
-¡Adiós, ángel mío! -le dije-. ¡Adiós, querida, adorada mía! ¡Ocurra lo que me ocurra, créeme, mi último pensamiento, mi última plegaria será para ti!
|
- Amor con amor se paga - dijo parpadeando y guiñando los ojos.
|
Al mirarte, no se sabe en qué se te sostiene el alma. Estás con un pie en la tumba y quieres matar al que se te antoja. ¿Todavía tienes poca sangre sobre la conciencia?
|
Su debilidad principal era su pasión por el bello sexo; no pocas veces sus efusiones le valían golpes que le hacían quejarse días enteros.
|
Un joven cosaco le golpeó en la cabeza con el sable y la mujer cayó muerta en el escalón del porche. Pugachov se marchó y el pueblo corrió tras él.
|
Es un poema épico griego compuesto por 24 cantos, atribuido al poeta griego Homero. Narra la vuelta a casa, tras la guerra de Troya, del héroe griego Ulises