La daga

Reseña originalmente publicada en https://laberintosdetinta.blogspot.com.es/2017/11/resena-la-daga.html

¡ATENCIÓN! Puede contener spoilers del libro anterior.

La segunda entrega de la trilogía La materia oscura comienza, temporalmente, justo cuando acaba su predecesor: La brújula dorada, pero en este caso en primer lugar nos encontramos con un nuevo personaje que se irá convirtiendo en un protagonista junto con nuestra ya conocida Lyra.

En La daga encontramos una concreción de los temas propuestos en La brújula dorada, por lo que nos encontramos con una segunda parte muy coherente y estructurada que forma una cadena lógica con la anterior novela, añadiendo un plus: nos encontramos un nuevo protagonista, y por tanto, una nueva perspectiva. de hecho, el comienzo de la trama de Will es bastante intrigante y te incita a continuar con la lectura.
Como en el anterior, los personajes secundarios quedan algo desdibujados ante el retrato que se hace de los principales. En este caso se profundiza algo más en la psicología de Lyra y conocemos de primeras a Will, cuya trabajada caracterización y evolución están patentes a lo largo de la novela. ¿Y por qué gusta tanto Will? Porque es la contraparte perfecta de Lyra: ambos personajes dan lo mejor de sí mismos y suplen sus carencias mutuas. Entre ellos se establece una comprensión que traspasa el libro y se dirige lector.
Además, algo interesante es que conoceremos más a personajes que aparecen efímeramente en La brújula dorada como Lee Scoresby y la bruja Serafina Pekkala. Personalmente, este es el personaje secundario que más atrayente me resuta, ya que gracias a ella también podemos observar a las tribus de brujas que viven en el mundo de Lyra y sus comportamientos, es decir, parte de la mitología que construye el autor. Eso sí, puede que echemos de menos la aparición de personajes como Iorek Byrnison, lord Asriel y la señora Coulter.

Una buena noticia para los que piensan que La brújula dorada es una novela demasiado lenta (no me incluyo) es que en La daga el ritmo narrativo es muy diferente: hay mucha acción, intriga, fantasía, religión y ciencia en esa mezcla indisoluble que caracteriza la genial prosa de Pullman. Recomiendo encarecidamente continuar con la trilogía.

También hay un pequeño cambio en el enfoque del género: en ambos están presentes invariablemente la fantasía y la ciencia ficción, pero en La brújula dorada domina el enfoque fantástico mientras se describe el mundo de Lyra, parecido y diferente al mismo tiempo del nuestro. En La daga predomina el enfoque de la ciencia ficción, ¿por qué? Porque ya hablamos claramente de universos paralelos y, con Will, nos situamos en un mundo que perfectamente podría ser el nuestro, por lo tanto las investigaciones del Polvo, que tan misterioso parecia en el mundo de Lyra (de hecho, era estudiado por “teólogos experimentales”), en el mundo de Will será estudiado por físicos, ya que estamos hablando de la Materia oscura. Ahora bien, nunca se pierde del todo ninguno de los dos enfoques, como os decía, ciencia ficción y fantasía permanecen en una unión inextricable en ambos libros.

En mi opinión, La daga reduce el nivel conceptual de la brújula dorada, pero lo pone en practica, y se resuelven varios misterios; por lo tanto, no se echa de menos esa compleja construcción literaria que Pullman lleva a cabo en la primera parte.
En resumen, La daga es una digna continuación para La materia oscura, que, de hecho, eleva el nivel de la trilogía con una buena dosis de intrigas, giros argumentales, fantasía, magia, ciencia... Y cualquier cosa que se le ocurra a la mente creadora e imaginativa, que no anárquica, de Philip Pullman.

*Agradecimientos a Roca por el ejemplar.
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"La daga" es la segunda parte de la trilogía de "La Materia Oscura". Siempre se escucha lo típico de que las segundas partes nunca fueron buenas, pero en este caso a mí, "La daga", me ha gustado más que la primera parte, "La brújula dorada".

A mí me ha parecido una historia más amena, más dinámica y con más aventuras que la anterior parte. He disfrutado mucho leyéndolo y se me ha pasado en un suspiro.

Philip Pullman nos cuenta que tal y como sospechábamos en la anterior novela, existen diversos mundos. Lyra consigue finalmente viajar a uno de ellos, donde se encuentra con misteriosos seres, a los que llaman los espantos. Me han recordado a los famosos zampones de la anterior novela. Aunque de manera diferente, vienen a significar lo mismo. En este nuevo mundo no existen los daimonions, pero Lyra nos enseña que cada uno lo llevan dentro, como nuestra consciencia o alma. Y los espantos atacan al interior de los adultos, una especie de vampiros, sólo que del alma y no de la sangre.

Lyra se encuentra con Will, que a su vez viene también de otro mundo. Juntos nos enseñan que aunque diferentes, se hacen muy amigos y se ayudan el uno al otro. Su destino está unido, aunque ellos no lo saben.

Aquí, aparte del mágico aletiómetro de Lyra, nos encontramos con la daga, que tiene el poder de abrir ventanas a otros mundos. Pero la daga sólo obedece a quién ella elige como el portador, y de una manera muy peculiar.

El autor sigue la misma línea que en su anterior novela. Mucha acción en cada capítulo, para que el ritmo de la novela no decaiga y no nos resulte tediosa. Nos mantiene más en tensión que en la anterior parte y con ganas de leer más y más.
Descubrimos que, aparte de los daimonions, las brujas, o los osos que ya conocíamos, existen más seres, y más personas en otros mundos, como los ángeles. Y realmente podría ser que algo así exista, ya que siempre se ha dicho que el universo es un misterio, o como los famosos agujeros negros. ¿Quién nos dice que no existen otros mundos como el de Lyra con su daimonion?

Aunque el concepto del polvo, el creador, la iglesia, y Adán y Eva sigue muy presente, en esta novela no profundiza demasiado, por lo que la encuentro más apta para el público para el que está dirigida. Aunque sí que tenemos algunas partes en las que Lyra, junto con la doctora Malone, hablan del tema, y también cuando Lyra se lo explica a Will pero de una manera más entendible.

Aun así, sigo pensando que con esa idea de la maldad, no es apta para ciertas edades juveniles, ya que creo que los niños tienen que tener ya unas bases y unas ideas propias, para que en cierta manera no les influya.

Seguimos teniendo una pequeña ilustración al inicio de cada capítulo, que está relacionada con lo que vamos a leer. Son pequeños detalles que se agradece encontrar, ya que muestra que se ha cuidado la edición de la novela.
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Las 3 sagas que me marcaron de pequeño fueron Harry Potter, El Señor de los Anillos y esta saga de Philip Pullman, Materia Oscura. Con eso lo digo todo. Una segunda parte muy potente que ahonda en el mundo iniciado con el primer libro.

Una aventura en la que conoceremos diferentes mundos de la mano de personajes peculiares que despiertan el interés del lector, se volverán a tocar temas que vimos en el primer libro contando con situaciones más adultas y duras, mi sensación ha sido que este libro es algo más oscuro que el primero.

Respecto al ritmo lector estos libros no llegan a engancharme cien por cien pero me resultan tan cómodos y entretenidos que los leo sin apenas darme cuenta y al final en conjunto me parecen historias muy notables.

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La daga es una continuación que, pese a que tiene un inicio algo lento, coge ritmo y consigue mantenerte pegado a su páginas.
Con una trama algo infantil, cuenta con un lenguaje algo rebuscado y momentos algo durillos que hacen que no sea simple a ojos de un público algo más adulto.
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