El reloj mecánico

Maravillada como he quedado con la prosa de Philip Pullman, autor entre otros de las trilogías La Materia Oscura (reseñas) y la El libro de la oscuridad (reseña), me he zambullido de lleno en el nuevo título que Roca Editorial ha rescatado para los lectores españoles.



El reloj mecánico (publicado por primera vez en 1996) es una muy breve novela, casi un relato, que nos cuenta lo acontecido siglos atrás en un pequeño pueblo alemán, reconocido en el mundo entero por su espectacular reloj y sus expertos artesanos. Como todas las noches, los parroquianos se reúnen en la taberna del pueblo para beber y escuchar las ya habituales historias de terror del joven escritor Fritz. Pero esa noche no es como las demás, ya que al día siguiente el aprendiz Karl presentará una nueva figura para el gran reloj. Lo que nadie sabe es que Fritz y Karl se enfrentan a dificultades. El escritor tiene que presentar al público, que le espera ansioso, un cuento inacabado, mientras que el aprendiz no tiene figura alguna que mostrar a la mañana siguiente y se desespera pensado en el ridículo que hará. Fritz decide leer lo que ha escrito hasta el momento e improvisar más adelante. Cuenta la historia de un misterio entorno a un joven heredero, el príncipe Florian. Él, su padre y otro noble se van a una partida de caza, pero pasados unos días sólo regresa el niño y su padre muerto que cual autómata dirige las riendas del trineo. al examinarlo, el médico de palacio descubre que le han sustituido el corazón por una mecánico, pero ¿por qué? Conforme avanza el cuento, la atención de todos es cada vez mayor por desvelar el misterio. Lo que nadie espera es que uno de los personajes de Frizt irrumpa en el pueblo, el oscuro doctor Kalmenius, trayendo consigo un regalo envenenado. Sólo una valiente niña, Gretl, la hija del tabernero, destapará la verdad y tendrá que enfrentarse al mal que acecha.



Éste relato de Philip Pullman me ha encantado de principio a fin. Es muy sencillo, mucho más que cualquiera de sus novelas, y algo más infantil. No es una novela que se pueda leer con ojos de adulto, pero como adulta que soy lo he disfrutado muchísimo. La magia que transmite es la inconfundible de Pullman: magia, secretos, terror, misterio e, incluso, muerte impregnan cada página. Su modo de narrar te absorber por completo y sentí que estaba allí mismo en la taberna con los demás.

Este pequeña aventura (encuadernada en tapa dura y en letra grande), viene aderezada con preciosas ilustraciones en blanco y negro, las ya habituales en las novelas de Pullman, con la salvedad de que en muchas se aporta figura una explicación, muchas veces con moraleja e ironía, que enriquece nuestra experiencia como lectores.



El reloj mecánico ha sido una lectura muy mágica y entrañable, que me ha retrotraído a tiempos de mi infancia, pero que para nada me ha parecido aburrida por ser más infantil que otros de sus escritos. Además, se trata de una lectura muy rápida, llena de aventuras, misterios y terribles peligros. Un relato basado en el poder del amor y la amistad, muy bello de leer y más aún de compartir con un niño. Desde luego, lo recomiendo sin reservas.
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