En el agua hay cosas turbias, igual que en el cielo: resultan muy claras y evidentes para quienes pueden interpretar la señales.
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En el agua hay cosas turbias, igual que en el cielo: resultan muy claras y evidentes para quienes pueden interpretar la señales.
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Dejó a la niña en la cuna y la arropó con sumo cuidado para no rozar el daimonion con la mano. Malcom dedujo que la prohibición de tocar el daimonion de otra persona se aplicaba también a los bebés; en todo caso, después de aquellos escasos minutos, no se le habría ocurrido ni por asomo hacer algo que pudiera molestar a la pequeña. Se había convertido en su siervo para toda la vida.
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Era una bestia como Coram no había visto nunca: irradiaba malicia por todos los poros de su piel, con unas fauces capaces de triturar los huesos como si fueran miga de pan. Era obvio que ella y su pareja eran expertos en el arte de seguir a alguien. Coram lo era en el de descubrirlo y admiraba su habilidad.
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Era una bestia como Coram no había visto nunca: irradiaba malicia por todos los poros de su piel, con unas fauces capaces de triturar los huesos como si fueran miga de pan. Era obvio que ella y su pareja eran expertos en el arte de seguir a alguien. Coram lo era en el de descubrirlo y admiraba su habilidad.
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¿Qué criaturas mágicas podemos encontrar en Gringotts, el banco de magos?