La Hija Maldita: Trilogía Pueblos Perdidos I

En "La hija maldita" tenemos una historia de fantasía con un mundo de lo más original. Sin duda el worldbuilding es uno de sus puntos más fuertes. Con razas creadas desde cero de las que vamos conociendo, no solo sus características físicas, sino también sus costumbres, su estructura social y su religión. Todo ello de manera pausada, sin sobresaturar al lector con un exceso de información.


Todo empieza con Aina, nuestra protagonista, quien a diferencia de los demás hijos de Aurum no fue marcada por la diosa al nacer. de ahí que sea considerada una Hija Maldita, siendo menospreciada por el resto de miembros de su raza y viéndose obligada a cargar con una maldición que afectará y mucho a su vida sentimental.


Aina lleva una vida monótona, sirviendo, alejada de la sociedad, hasta que un día el rey de los Aureos muere y todos los jóvenes son convocados para participar en las pruebas que determinarán quién será el nuevo rey (¡o reina!). Aina se verá obligada a dejar la seguridad de su hogar y enfrentarse a la sociedad que la menosprecia. Sufrirá violencia y vejaciones, pero por el camino hallará también bonitas amistades que le demostrarán que hay motivos para tener esperanza.


Y así, mientras intenta pasar lo más desapercibida posible en los juegos, seguirá buscando la manera de librarse de la maldición. Aunque para ello tenga que remover en su pasado y descubrir dolorosos secretos.


Nos encontramos, pues, con una novela con unos personajes redondos. Todos ellos, incluso los que ostentan un papel muy secundario, tienen una personalidad bien marcada, siendo perfectamente reconocibles. Y no sólo las relaciones que les unen. Forjadas con tiempo y paciencia, por las experiencias compartidos y los momentos unidos.


Y aunque, obviamente, la fantasía tiene un gran peso en el desarrollo de la trama, el romance está también muy presente. Un romance real y creible, que ni resulta empalagoso ni opaca el resto de la trama.


Las pruebas que los personajes se ven obligados a pasar para demostrar su valía como regentes son muy originales y le aportan a la historia mucho dinamismo, lo que hace que una vez empiezas con la lectura te sea difícil parar.


Además, aunque se trata de una trilogía, la autora nos regala un final bastante cerrado. de esos que dejan algún cabo suelto para dar pie a un segundo volumen pero que, al mismo tiempo, no te dejan ese mal sabor de boca de cuando está todo pendiente de resolver. 


El único "pero", como ya os adelantaba al comienzo, son los errores de corrección y maquetación del libro. Que si bien llega un punto en el que apenas los percibes, absorto por completo en la trepidante trama, sí resultan algo molestos al inicio. He echado de menos un poco más de espacio entre líneas, el sangrado al inicio de los párrafos, el guión largo en los diálogos y un vistacillo extra para detectar palabras incorrectas o mal escritas. A pesar de ello, la trama compensa con creces por lo que merece la pena darle una oportunidad