Sus manos eran de otro planeta, sus ojos llenaban de luces los míos, miraba al cielo como quien salpica de velas una bañera o una ventana, esperando algo inolvidable. |
Sus manos eran de otro planeta, sus ojos llenaban de luces los míos, miraba al cielo como quien salpica de velas una bañera o una ventana, esperando algo inolvidable. |
Caminaba por mi izquierda para no dejar de rozarme el corazón. |
no sigas los caminos marcados, rompe la brújula y disfruta del camino perdido (como si fuera lo único que no recuperaremos jamás)
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Nunca antes había encontrado a alguien en un verbo: volar. Porque tú no caminas, tampoco corres, extiendes las alas y emprendes tu propio vuelo, y es ahí donde encontré las mías; el día en que abriste mi jaula y me enseñaste el cielo. |
y me has devuelto la capacidad de soñar con el miedo de volver a perder a alguien. |
Perdóname, pero es que ya no te quiero tanto. Te perdono por no quererme demasidado |
ÉL. Es una de esas personas que creen en mí de la única manera que se puede amar: con los ojos cerrados. |
La libertad será la mas grande de todas las bellezas y no rozaremos una boca que no sepa pronunciarla. |
Y necesitaré tus uñas para arrancarle este poema al pasado, que sin él, no seríamos nosotros, y con él, jamás olvidaras lo que te quiero, aunque no sepamos tenernos. |
Una mujer con la piel violeta que no entiende que el amor es una revolución sin golpes. Que hay algo más... |
Marinero en tierra