Los demonios convocaron la tempestad. La Serena respondió con la guerra. |
Los demonios convocaron la tempestad. La Serena respondió con la guerra. |
No merece la pena poner en peligro aquello que amamos ni siquiera aunque el riesgo parezca mínimo.
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Si para sobrevivir tengo que ser tan dura que te fallo a ti, entonces no me merece la pena.
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Si el mundo está lleno de sombras, lo que importa es quiénes somos en la oscuridad.
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La Serena, con sus secretos y sus claroscuros, se exhibía ante él, seductora y cómplice. La ciudad que se alzaba sobre el agua, antigua y sabia: desconocedora de la subrefluidad de encandilar a quien ya está enamorado.
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Ningún tesoro llega a tus manos sin buscarlo.
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En silencio, él le hizo todas las promesas del mundo.
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Hay muchas personas que pasan de largo por tu vida, pero pocas que provoquen un cambio de rumbo.
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La edad de la inocencia