Esta es mi primera incursión en el Lejano Oeste y lo hago de la mano de Elinore Pruitt Stewart; una mujer que rompe con todos los estereotipos del vaquero norteamericano y que se ha ganado mi admiración. . A principios del siglo XX fueron muchos los hombres y mujeres que decidieron dejar atrás una vida de privaciones en la ciudad para emigrar como colonos a las inexploradas tierras del oeste de Estados Unidos. Entre esas mujeres estaba Elinore Pruitt Stewart, una joven viuda con una niña de dos años, que marchó a Wyoming con la clara intención de forjarse un futuro mejor. En "Cartas de una pionera" encontramos el conjunto de misivas que Elinore remitió a la Señora Coney, su amiga y antigua patrona. . Elinore carecía de formación académica, fue la lectura y su propia experiencia la que la convirtieron en una mujer sabia con una capacidad narrativa capaz de transportarte a los tiempos en los que los viajes a caballo podrían durar meses, en los que se dormía al raso y se charlaba al rededor de una hoguera. "Cartas de una pionera" es todo un canto a la vida y a la naturaleza. El amor de la autora por el paisaje que la rodea se palpa en cada una de sus descripciones; así como su pasión por la vida, su optimismo y su preocupación por los demás. . "Cartas de una pionera" es, además de todo lo anterior, la crónica de una época en la que la generosidad, la solidaridad y el trabajo duro eran valores primordiales. . He disfrutado muchísimo de esta lectura y me ha encantado conocer a Elinore; una mujer de carácter, toda una luchadora y una gran fuente de inspiración. Y, como me he quedado con ganas de más, ya le he echado el ojo a "Cartas de una cazadora", la segunda parte de esta novela. |