Sembré muchas flores y trabajé varios días en la tierra. Y todo ello con la única ayuda de Jerrine. La madre de Clyde pasa todos los veranos con nosotros y me ayuda en la cocina y con los niños. A muchos de mis vecinos les fue mejor que a mi, y aunque sé de mucha gente de ciudad que no habría apostado mucho por mí, lo he conseguido. He probado todo tipo de labores que este rancho necesita y puedo hacerlas todas. Está claro que estoy hecha de pasta dura, pero todos los que lo intentan saben que la fortaleza y el conocimiento vienen con la práctica. Me encanta experimentar, trabajar y demostrar cosas, así que para esta vida de rancho, con todas sus asperezas, es para lo que valgo.
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