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Definitivamente me declaro fan total de Jennifer Probst. Si el primer libro de esta saga me gustó, este segundo ha sido un flechazo. Me lo he bebido, literalmente, en dos días. En Buscando al amor perfecto nos encontramos con otra de las chicas que forman la agencia Kinnections, Kennedy Ashe, en este caso es la experta en cambio de imagen. Kennedy aparenta a primera vista una imagen de total confianza en si misma, de total seguridad. Una persona que se quiere y que pisa con fuerza en la vida, pero en su interior hay una mujer frágil y acomplejada con problemas de autoestima creados por traumas de su adolescencia, traumas que iremos descubriendo a lo largo de la lectura. La fragilidad de Ken hace que adores a este personaje desde el minuto cero, dan ganas de achucharla fuerte durante todo el libro. Por otro lado tenemos a Nate, el fabuloso Nate, que personaje tan, tan adorable. Esa torpeza natural suya es maravillosa y lo tierno, humano y perfecto, totalmente perfecto que es aunque él piense todo lo contrario. Ambos personajes se encuentran para darle al otro ese punto que necesitan para verse perfectos, tal como se ven ellos entre si, tal cual lo que son. A su alrededor se mueven infinidad de secundarios que aportan el punto perfecto y que hacen de la lectura algo ágil, fresco y adictivo. Además, añado un dato que me ha parecido totalmente adorable tanto en este libro como en el primero de esta saga y es que la autora transmite un mensaje claro sobre los animales: respetarlos y amarlos incondicionalmente sobre todas las cosas. Os recomiendo muchísimo esta saga, tanto el primer libro como este segundo. Deseando estoy seguir adentrándome en la vida de estas maravillosas mujeres.
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