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Crítica de Celeste_Lightwood


Celeste_Lightwood
05 January 2021
Ivy e Iris son dos gemelas que fueron separadas a raíz del divorcio de sus padres. Sin embargo, un trágico suceso hará que se vuelvan a reunir cuando fallezca la madre de ambas, lo que obligará a Iris a abandonar su vida, su casa y a sus amigos para irse a vivir con Ivy y su padre. A pesar de las tensiones iniciales debido a la reciente pérdida y a todos los cambios repentinos que se producen en la vida de ambas, Ivy hará lo posible por volver a reconectar con su hermana, ya que tras la separación se convirtieron casi unas desconocidas, y se esforzará por ayudarla a asimilar lo mejor posible la nueva situación y que se sienta como en casa. Así pues, Ivy verá una oportunidad para recuperar el tiempo perdido y la relación tan estrecha que mantenía con su hermana antes del divorcio.

Al principio las cosas serán raras entre ambas debido al dolor por la muerte de su madre y a la nueva situación a la que tienen que acostumbrarse, pero poco a poco Iris comenzará a sentirse como en casa, yendo al instituto e interaccionando con los amigos de su gemela. No obstante, Ivy pronto se dará cuenta de que hay algo raro con el comportamiento de su hermana: no actúa como lo haría alguien que acaba de perder a su madre, su manera de lidiar con el dolor es demasiado extraña y, no solo eso, sino que Ivy siente que, progresivamente, su hermana está adueñándose de su vida. Empieza a frecuentar demasiado a sus amigos, hasta el punto en que parece que los está posicionando en su contra; incluso empieza a interesarse por la natación, la verdadera pasión de Ivy, un deporte que nunca le llamó la atención. Ivy siente que Iris le está quitando todo lo que con tanto esfuerzo ha construido y parece que ella es la única que percibe que hay algo raro con su hermana, ya que cuando comenta sus sospechas con su novio, sus amigas o su padre o incluso su psicóloga, estos le restan importancia justificando el comportamiento de Iris como su forma de afrontar el duelo debido a la muerte de su madre.


Según vamos avanzando en la trama, nos damos cuenta de que las sospechas de Ivy no son solo suposiciones y de que hay algo turbio en la forma de actuar de su gemela. No solo eso, sino que cuando Ivy comienza a indagar en la vida que Iris llevaba antes de mudarse con ellos, descubrirá que hay demasiados cabos sueltos y que hay elementos que no encajan, como el hecho de que, a pesar de llevarse tan bien con sus amigos de instituto, no ha vuelto a contactar con ellos desde que se fue de la ciudad y estos parecieron desaparecer de repente de sus redes sociales y de su vida. Así pues, ¿la actitud de Iris está motivada por el dolor por la muerte de su madre y por su afán por encajar en su nueva vida o hay algo realmente turbio que se esconde detrás y tiene intenciones ocultas?
Aunque la premisa era muy interesante y prometía mucho misterio, he de decir que el libro está tan mal construido y tiene tantísimos errores que esto se ha quedado en nada. Para empezar, una cosa que me irritó sobre manera es el hecho de que la protagonista, Ivy, y su hermana gemela, Iris, se llamaran casi igual. Sí, quizá sea una estupidez, pero os aseguro que muchas veces llegaba a resultar confuso mientras leías, y no veáis el rompecabezas para escribir esta reseña y asegurarme de que no metía la pata con los nombres. Quiero decir, ¿qué necesidad había de ponerle nombres casi idénticos, Natasha Preston? ¿Es para acrecentar la idea de que Iris pretende robarle la identidad a su hermana gemela o qué? Pero bueno, teniendo en cuenta todas las cosas que están mal con esta novela, esto es lo de menos.

Desde la primera página la autora quiere que al lector le quede claro que Iris es una chica sospechosa, que su forma de actuar no es normal o, al menos, no la que se esperaría de alguien en su situación. Y en vez de transmitir esto a través, precisamente, de lo que dice o hace, opta por transmitirlo a través de los pensamientos y reflexiones de la protagonista, Ivy, ya que es ella la que, en primera persona, narra toda la historia. Esto lo único que consigue es que Ivy quede como una paranoica desde el principio y se convierta en un personaje insoportable e insufrible. Para ella, todo lo que hace Iris es sospechoso, problemático o, como mínimo, extraño, hasta el punto en que le busca una vuelta de tuerca misteriosa a cualquier cosa que dice o hace, en plan: "oh dios mío, ha saludado con demasiado entusiasmo teniendo en cuenta que se ha muerto mamá, eso es que en realidad no le duele tanto y es una psicópata sin alma". Ivy reaccionaba de manera exagerada a dichos o hechos de Iris que, en realidad, no eran para tanto y que de verdad podían asociarse al trauma y al dolor por la pérdida de su madre. Además, hay que tener en cuenta que no solo la madre de ambas ha muerto, sino que Iris se ha visto obligada a abandonar su casa y empezar una nueva vida con dos casi desconocidos debido a la relación tan distante que los unía, con lo cual, es lógico que pueda comportarse de una forma un tanto diferente a la que esperamos teniendo en cuenta con todo lo que tiene que lidiar de golpe. Por lo tanto, empecé la novela con mal pie puesto que no aguantaba a Ivy y sus tonterías.

Es cierto que, según avanzas, realmente te das cuenta de que Iris no es trigo limpio y que esconde algo, pues su comportamiento es extraño y hay muchas cosas en su vida y en su forma de actuar que no encajan. En este punto, empecé a reconciliarme un poco con Ivy ya que a mitad del libro más o menos sus paranoias no lo eran tanto y tenía indicios claros de que su gemela tramaba algo. Aun así, otra cosa que me irritó es el hecho de que nadie la cree cuando expone sus sospechas a su entorno. Que no la crea su novio ni sus amigos puedo llegar a entenderlo ya que era la palabra de Ivy contra la de su hermana. Sin embargo, me cuesta creer que su propio padre no viera nada digno de sospecha en sus hijas, algo que, aunque podría justificarse con el hecho de que llevan mucho tiempo separados, tampoco tiene ningún sentido. Eso sí, lo que ya me parece absurdo es que ni su propia psicóloga crea a Ivy y sus temores. Bastante inverosímil. En este sentido, esta novela te hace sufrir porque ves con impotencia como poco a poco Ivy sufre las consecuencias de los actos de su hermana y no tiene a nadie que la apoye, que la escuche o que intente creer sus palabras, lo que la convierte en una lectura muy frustrante y es el único "punto a favor" que le doy ya que ahí sí que Natasha Preston consiguió transmitirme algo.


En cuanto a los personajes, sinceramente Iris no me parece tan malvada y peligrosa como me la pintan. al contrario, más bien parece una niñata estúpida, egoísta, consentida y bipolar que si no consigue lo que quiere manipula a los demás para que bailen a su son. Su personalidad es más bien propia de una adolescente caprichosa que la de alguien con problemas mentales. Creo que está muy mal construida porque solo hay tres momentos en los que de verdad sientes que Iris es peligrosa y no solo una niñata. Su actitud no me ha dado miedo ninguno, tan solo ganas de meterle una patada en la boca y poco más. Respecto a Ivy, la que narra la historia, como ya he dicho al principio me cayó fatal porque vigilaba a su hermana con lupa y todo era digno de sospecha. Luego comenzó a darme pena por eso de que nadie la creía, pero en general es un personaje al que le falta chispa y que me ha resultado insoportable. Los secundarios en realidad no pintan mucho en la historia, apenas tienen presencia y son fácilmente olvidables.

El final fue bastante surrealista. No es para nada lo que te esperas (lo cual es bueno porque lo convierte en impredecible), pero la resolución de la novela no tiene ni pies ni cabeza y podría haberse resuelto de una manera más favorable con relativa facilidad. de hecho, cuando llegué al final yo estaba convencida de que Ivy iba a hacer algo para salvarse el culo y demostrar por fin que ella tenía razón, algo que era como super obvio y que cualquiera en su situación lo hubiera hecho, pero no lo hace y el lector se queda como... ¿tía, en serio no se te ha ocurrido algo tan simple como eso para resolver todos tus problemas? En fin, que este desenlace era ya lo que me faltaba para aborrecer del todo esta novela.

Otro punto que quiero mencionar es el estilo de Natasha Preston. No es una autora cuya pluma sea destacable, pero es que su narración en esta novela es deplorable. Está muy mal escrita y tiene errores por todas partes. No sé si es cosa de la autora o de la traducción, pero me resultó insoportable. Sobre todo porque intenta imitar al máximo la forma de expresarse de un adolescente y eso hace que más que un libro a veces parezca que estás leyendo un post de instagram de una chavala de quince años.

Hasta aquí ha llegado, de momento, mis intentos con esta autora. Quizá lea más de ella en un futuro porque sus otras novelas tienen buena pinta y me llaman la atención, pero confieso que La gemela ha sido un auténtico batacazo. A pesar de que no iba con expectativas, sí que tenía ganas de leer de nuevo a esta autora y ha sido un fiasco.
Enlace: https://notodoesfantasia.blo..
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