Querido monstruo

Me gustaría comenzar diciendo que me ha enamorado completamente la historia que encontramos en "Querido monstruo".

Deberían de existir más libros así para los niños, llenos de aventuras, pero también de amistad, superación, en dónde aprendan que las diferencias no son malas, que las diferencias existen y las acepten. Más libros como "Querido monstruo", en el que los enseñan a respetar, y la importancia de no juzgar sin conocer y también con su parte divertida, para que se animen a seguir leyendo.

"Querido monstruo", de Lluís Prats e ilustrado por Laia Pàmpols, recibió el premio Premio Folch i Torres 2019.

Lluís Prats nos cuenta la historia de Abel y su amistad con Gabriel.

Todo el mundo dice que Gabriel es un monstruo, sobre todo el resto de niños. Abel también le tiene miedo, y un día, cuando se ve obligado a entrar en la casa en la que vive, se da cuenta de que no es así.

Su madre le explica que Gabriel es un joven como otro cualquiera, pero está enfermo. Tiene acromegalia, la cual le hace parecer un gigante.

Abel deja de tenerle miedo y poco a poco empieza a pasar más tiempo al salir de clase con él.

Abel y Gabriel nos enseñan la importancia de no prejuzgar. Por su aspecto Gabriel parece lo que no es, grande y fuerte. Pero realmente es tímido, tierno y no sería capaz de hacer daño ni a una mosca.

Los dos nos enseñan la importancia de aceptarse a sí mismos. Abel respecto a su tartamudeo, con el que Gabriel le ayuda para corregirlo un poco y tener confianza. Y Gabriel con su enfermedad, ya que al pasar tiempo con Abel, tiene ganas de vivir e incluso rompe su miedo a salir a la calle y que le vean.

La amistad que se forja entre ellos es muy fuerte, y nos demuestran que las diferencias, o la edad, se dejan de lado y no tienen importancia si realmente vemos más allá de ellas.

Creo que la base principal de la novela se basa en el respeto. Respeto por nosotros mismos, y por los demás.
Abel sufre bullying, algo muy común hoy en día y que tantos problemas ocasiona en quien lo recibe. Algo contra lo que hay que luchar y evitar. Enseñar desde bien pequeños que el bullying no se puede permitir, que no podemos meternos con los demás por ser diferentes, si no entenderlos y ponernos en su lugar. Sea lo que sea, son niños como tú y como yo, y si nos paramos a conocerlos, y ver más allá, lo descubriremos.

Abel con su tartamudeo y delgadez, y Gabriel con su gigantismo, son un claro ejemplo. Diferentes, pero los mejores amigos que puedan existir.

La historia también tiene su parte divertida, como cuando ven películas juntos, o cuando Gabriel le dice a Abel que se meta unas canicas en la boca y diga trabalenguas complicados, para ayudarlo con su tartamudeo. Además, las escenas de los posters de la habitación de Gabriel, que parece que tienen vida propia, son muy originales y nos harán reír, ya que parece que son amigos de toda la vida.

Las ilustraciones de Laia Pàmpols son de lo más tiernas. Son a color, y a pesar de que están realizadas de manera digital (tal y como pone en la pequeña biografía que encontramos al final del libro), parecen realizadas a mano, con las típicas pinturas "de madera" de toda la vida. Está muy cuidado hasta el mínimo detalle de lo que vamos leyendo. Muy adecuadas para el libro y la historia que nos vamos encontrando según leemos.

"Querido monstruo" es una historia muy recomendable para leer a nuestros niños desde pequeños y empezar a cambiar el lado oscuro de la sociedad que estamos creando.
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