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Con esta cuarta novela sobre el Mundodisco, empezamos la Serie en la que la Muerte será la protagonista. Aparte de ella, tenemos otro personaje principal, Mort, que será elegido como aprendiz… y que no tardará en encontrarse con serios problemas gracias a sus meteduras de pata. La Muerte, que dice sobre sí misma -y siempre en mayúsculas- que “la justicia no existe, sólo existo yo”, decide tomarse un pequeño descanso y colgarle a Mort el muerto (nunca mejor dicho) de acompañar a las almas al otro mundo e ir antes en busca de sus dueños para acabar con sus vidas, reloj de arena y guadaña en mano. Una vez más, destacan los personajes secundarios, llenos de carisma: un sirviente cascarrabias de edad dudosa o una hija adoptada insoportable. Además de Binky, el curioso caballo de la Muerte. El argumento no tiene desperdicio, se nos presenta una crítica sobre el deceso de manera innovadora e irónica, haciéndonos reflexionar acerca de lo injusta que es la muerte, siendo a su vez parte de la propia vida. de manera que tenemos las curiosas reacciones de los personajes que mueren en el libro y se aferran a la vida de diferentes formas, a cual más peculiar. Pratchett mezcla esta vez el ambiente fantástico con un humor negro que nos hará reír en más de una y de dos ocasiones, sobretodo gracias a los descuidos del pobre Mort y a los cómicos y descabellados diálogos que se van dando a lo largo de la historia. El autor destroza prácticamente todos los tópicos con esta forma tan peculiar de presentarnos a la Muerte. Y aunque el final se ve venir, se mofa de los cuentos de hadas de toda la vida, dejándonos con ganas de saber más sobre el esqueleto de mirada azul y vacía. Enlace: http://locaporincordiar.blog.. |
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