A fin de cumplir varios puntos del reto de 52 week club, he releído este libro, ya de culto, escrito por
Terry Pratchett y
Neil Gaiman. La primera vez lo leí tras ver la serie de tv basada en ella y, ahora, aprovechando también una lectura conjunta, he vuelto a sus páginas, pero para sorpresa mía, me ha costado entusiasmarme como la otra vez. Quizás en parte por los tiempos convulsos que vivimos, la lectura ha ido más lenta, algunos pasajes parecían nuevos para mi porque no recordaba haberlos leído antes... La profusión de personajes ha complicado en ocasiones el seguimiento de la historia, pero entonces recordaba
que era como una parodia de historias como La Profecia (embajador americano, hijo único, perro temible, niñera extraña...). al final he llegado con una sensación extraña, ¿era un final feliz?