Tercera entrega de las aventuras de la carismática Ágatha Raisin que ejerce de detective aficionada y ayuda a resolver algunos crímenes metiéndose donde no la llaman. No es que tenga mucho valor literario, pero te hace pasar unos buenos ratos, con su punto de intriga y humor. Una nueva vecina, Mary, aficionada a la jardinería y a la repostería se ha ganado el favor de los vecinos y las atenciones de del Sr. Lacey, lo que despierta los celos de Ágatha. Eso no impide que le brinde su amistad y se establezca una buena relación entre ellas aunque en algunas ocasiones se muestre un poco grosera con ella y critique a sus amigos. Una noche Mary aparece asesinada en su invernadero y plantada, literalmente, en una maceta con la cabeza bajo tierra y los pies atados colgando de un gancho. La señora Raisin y su vecino se pondrán a investigar por su cuenta para averiguar quién puede haber cometido tal atrocidad. ¿Será alguien del pueblo el asesino o será algún forastero? ¿Podrá esta peculiar pareja de detectives aficionados llegar a desentrañar el misterio y descubrir al asesino? Si lo quieres descubrir ya sabes lo que tienes que hacer... Una lectura cortita y fácil, muy recomendable para relajarte entre libro y libro o para salir de un bloqueo lector. ¡Feliz lectura! + Leer más |