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Mamá, que sabe que a mis 23 años veo una y otra vez las películas que marcaron mi infancia, me regaló 'Toda una vida para recordar' de Nuria Pradas. Una obra que fue merecedora del premio Ramon Llull 2020. 'Toda una vida para recordar' es la historia de un sueño, el de la joven ilustradora Sophie Simmons, que a los 16 años abandona Nueva York en busca de un destino como animadora en Los Angeles. Lo hace en contra del pensamiento de su familia y en el contexto de la Gran Depresión americana, por lo que la idea de convertirse en una animadora de renombre en Walt Disney Studios se convierte en una odisea. A pesar de que la misma Pradas recordaba que es una obra de ficción, la escritora de Barcelona hace una tarea de documentación impecable sobre los inicios de Disney y la situación precaria que vivían las mujeres que trabajaban allí. Y es que a pesar de que Walt y Roy Disney se presentan como personajes, son un vivo reflejo de los propietarios de los estudios que, después del éxito de Mickey Mouse, vivían la época dorada de la "factoría de los sueños", abriendo camino a célebres largometrajes de animación como 'Blancanieves', 'Dumbo' o 'Bambi'. Pradas evoca un estilo agradable y ágil de leer, que hace que 'Toda una vida para recordar' sea una lectura amable y al mismo tiempo constructiva si te interesa la historia de Disney, que combina con la ficción en un relato de amores, amistades, pérdidas y carencias económicas en una mezcla de personajes reales y ficticios. Una historia en la que se muestra también la cara oscura de Walt Disney, las reivindicaciones de los sindicatos, la primera huelga de animadores de 1941 o el camino complicado que tuvieron en los años 40 animadoras como Mary Blair y Retta Scott, en las que se ha inspirado Pradas animada por su hija, que estudió animación. Una novela que me ha cautivado por mi interés por Disney, a pesar de que si tuviera que destacar algún aspecto negativo, sería la trama de la protagonista, con quien no acabo de empatizar, puesto que en buena parte de la novela vive con una actitud bastante infantil, sin recordar la penuria que pasa su familia. |
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