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Cuando comienzo un libro de Cristina Prada, ya se que es fijó la trasnochada, y es que sus libros son de esos que no puedes parar de leer. Mi mundo se llenó con el sonido de tu voz, no es la excepción. Me gusto mucho, aunque las razones para que toda la situación se de, se me hace totalmente chapado a la antigua, tal vez aún puede suceder. Estoy hablando de las tres exigencias que le hace el padrastro de Gracie, Un trabajo. Dinero. Un marido; el motivo es todo un misterio, lo cierto es que ése hombre no confía en la autonomía de su hijastra, y ella necesita demostrar lo contrario. Aunque no lo culpa del todo. Gracie tiene una grave aprensión a socializar con nuevas personas, su timidez es tan extrema que le causa muchos problemas de inseguridad. Así que, aunque no sea nada fácil lograr las dos primeras exigencias, alcanzar la tercera es prácticamente imposible. Pero por alguna extraña casualidad, un viejo conocido de su mejor amigo, también necesita una esposa por conveniencia. Conrad Sullivan, desea obtener un merecido ascenso, pero para esto debe mostrar una estabilidad, que al parecer sólo se la daría tener una esposa. Pero la mujer que le presenta su viejo amigo, lo aturde no sólo con su belleza, sino también con su terrible inseguridad. Una joven que nisiquiera es capaz de mirarlo a los ojos y que parece más un cachorro asustado, que una mujer. Obviamente no es su tipo de mujer, lo que asegura el éxito del trato. Pero la dulzura, inocencia y tesón de Gracie, le despierta sentimientos que nunca llegó a imaginarse. Gracie, no ha tenido las cosas fáciles desde que se caso con Conrad; no hay mejor descripción para él, que ser un hombre frío é intimidante...Un animal de mal trato. Pero ése hombre infinitamente sexy también tiene un corazón de oro que trata de mantener oculto a toda costa. Y mucho más a los ojos de Gracie. Tres meses es un tiempo muy... adecuado para que se conozcan, aunque también para que miles de sentimientos se despierten |
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