Las puertas de Anubis

Hace 30 años intenté leer Las Puertas de Anubis y no me quedé ni en la orilla del intento, era de esos libros que no es que no me gustaran si no que una vez leído, he entendido que superaba mi capacidad lectora de esos momentos.

Es difícil encontrarse un libro, y en este caso un autor, que sea capaz de juntar ciencia ficción (viajes en el tiempo), fantasía (supuesta magia de los antiguos egipcios) en la Inglaterra de la época de la regencia cruzandolos con el inicio de los poetas románticos (Lord Byron, Coleridge) y la a vez que en un capítulo parezca que estes leyendo una obra de Dickens (bandas de limosneros, niños harapientos, suciedad en las calles) y al siguiente nos encontramos dentro de una história gótica (oscuridad, silencios, bestias imposibles).

Y no sólo nos encontramos delante esta capacidad de ajuntar generos sin que el resultado resulte un colage de dificil digestión, si no que tanto si la historia pasa en Inglaterra, la costa griega o Egipto, en todo momento parece que estés allí, te sientes transportado no solo al emplazamiento si no a la época y sus gentes en una escritura del todo natural.

El único pero, es el seguir la historia. Es una historia altamente compleja con constantes derivaciones, historias interpuestas, personajes nuevos que tardas unas cuantas páginas a saber que hacen allí. Es de esas novelas que requieren los cinco sentidos, y más de una y de dos veces, releer páginas o fragmentos para situarte totalmente en la historia.