 |
La premisa era buena, muy intrigante y que podría haber dado muchísimo de sí: un internado habitado por chicas de todas edades, en medio de una isla rodeada de bosque y, de pronto, es asolado por una extraña enfermedad que hace que, dentro de cada una de ellas, lleguen los tintes salvajes, como si el bosque las hubiese invadido desde dentro, como si se convirtieran en algo distinto, ¿mejorado quizás? ¿O monstruoso? Afectando a cada chica de una manera distinta: un ojo sellado bajo el que parece habitar algún monstruo, una mano llena de escamas, una segunda espina dorsal... Escalofriante y lleno de intriga. Pero no, solo se queda en una idea bastante coja y llena de lagunas. No puedo quejarme de los personajes, me han gustado mucho las tres protagonistas, aunque a veces me ha costado creerme que solo tenían quince años, su forma de pensar y de actuar parecía mucho más madura, eso sí, en cuanto a las relaciones entre ellas sí que se notaba que eran unas adolescentes un poco perdidas. Quizás no he llegado a comprenderlas en todo momento ni tampoco que me hayan gustado siempre, pero no puedo negar que hacen que la historia sea interesante, que no decaiga su ritmo y se enrede entre otros aspectos y subtramas. El ambiente es creeppy, de esos que te envuelve como una manta asfixiante, de querer conocer más, de lo que está pasando y cómo van a salvarse, si es que se pueden salvar, de los secretos que esconden algunos otros personajes, de cómo todo ello en conjunto puede afectar a la trama y a la vida de los personajes. La primera mitad me ha mantenido con la curiosidad al límite, deseando saber más, conocer la personalidad de quienes componen la historia, pero... luego decae. No el ritmo, cuanto más se avanza, más trepidante se vuelve, pero coge tanto impulso que, al final, no parece llevar a ninguna parte porque las dudas son las mismas e incluso se añaden algunas nuevas sin respuestas. Venía advertida de algunas reseñas que todo el tema del virus se queda bastante en el aire, pero aún así me ha decepcionado. Sí, se aportan algunas respuestas a algunas incógnitas, pero no se sabe por qué ha surgido, por qué afecta a cada uno de una manera distinta, por qué en esa isla. Y esas pocas respuestas que se proporcionan, al final resultan en más preguntas sin respuesta. Como el desenlace, todo queda muy abierto, demasiado abierto, es como si la autora quisiese dar un final dramático con un pequeño giro argumental, pero al final se queda en una trama bastante vacía, con una premisa que podría haberse explotado mucho mejor y unos personajes que, aunque me han gustado, realmente siguen siendo unas desconocidas. Se introduce una relación romántica entre sus páginas y, bueno, no me ha disgustado, pero es que es totalmente irrelevante para la historia, un par de miradas, algunas palabras y algunos besos, para después olvidarse de esa conexión que se había creado entre ellas. |
>
