En el piso de abajo. Memorias de una cocinera inglesa en los años 20

Me he sentido un poco defraudada con esta lectura, supongo que los guiones de Downtown Abbey me han influido mucho y me esperaba algo más "elaborado"; es una historia muy sencilla, la vida de una chica muy pobre que empieza a trabajar en casas de gente adinerada (o que lo aparentaban) primero como ayudante de cocina y luego como cocinera. Es una historia muy simple, una sucesión de anécdotas de las diferentes casa en las que estuvo trabajando, aunque muestra una sociedad clasista en la que la posibilidad de escapar de la clase social en la que se nacía era prácticamente imposible y la total falta de respeto, en la mayoría de los casos, de los de "arriba" hacia los de "abajo".

Un libro que narra las memorias de Margaret Powell, una mujer que desde muy pequeña es obligada a trabajar en varias casas de la Inglaterra de los años veinte.
Comienza como pinche de cocina pero logra ir ascendiendo hasta convertirse en cocinera.
Relata como las condiciones de trabajo en la época eran muy duras. Las normas que imponían al servicio doméstico eran muy estrictas, mientras "los de arriba" nadaban en abundancia y opulencia, "los de abajo" pasaban grandes estrecheces, habiendo una diferencia muy acusada de clases.
A pesar de todo, Margaret Powell, se casa, tiene tres hijos y ya con cincuenta y ocho años consiguió estudiar. La lectura también le apasionaba.
Es una lectura ligera, su testimonio está lleno de anécdotas y además sirvió de inspiración al creador de la serie Downtown Abbey.

Así de buenas a primeras puede parecer un libro insulso sobre la aburrida vida de una pobre sirvienta. ¡Nada qué ver! Margaret Powell no tiene pelos en la lengua a la hora de relatar su experiencia personal como empleada doméstica y, a través de ella exponer las diferencias entre "ellos" (los de arriba) y "nosotros" (los de abajo). Es mordaz, es realista, es práctica, es inteligente y totalmente sincera, este libro retrata el pensar de una época y su sociedad en 213 páginas que se hacen cortas, muy cortas.
Una delicia.
Estas memorias sirvieron de inspiración al creador de Downton Abbey.

Es un libro interesante porque cuenta las vivencias de alguien que comenzó de muy joven a trabajar en las cocinas de casas, algunas importantes y otras no tanto. Ella es muy emprendedora y algo osada, ávida de conocimientos de cocina y generales, capaz de entender a sus compañeros y de rápida capacidad para reaccionar ante los dichos o hechos de sus empleadores, aunque no siempre salgan de su boca. Lo más duro de la época parece ser la precariedad de los medios para ayudarse en las tareas habituales, que no la relación con los amos, que no parece haber cambido demasiado. Lo que más me gustó de su (podemos llamarla biografía ?) es su afán de mejorar en su trabajo, de aprender a toda costa, aún en detrimento del palador de "los de arriba" -aquellos para los que trabaja- y también en su necesidad de mejorar intelectualmente, compensando sus pobres estudios iniciales. Ese acicate de entender y estar a la altura de los más educados, nutriéndose con lecturas y muy al final accediendo a clases impartidas. Lo importante era: MEJORAR.

Este libro fue un gran descubrimiento, la verdad. Está escrito por una cocinera de los años 20, Margaret Powell, que narra sus vivencias dentro del mundo de la servidumbre y específicamente de la cocina dentro de las casas señoriales en las que trabajó.

Se ve con claridad las condiciones precarias en las que vivía y trabajaba y el trato de las clases superiores con el servicio, lo cuál es un tema que me llama muchísimo la atención.

Pero fuera de estos aspectos sociales, el verdadero valor de este libro se encuentra en que es un documentos histórico sobre la cocina de los años 20, escrito en ese momento y de mano de una cocinera. de manera que se pueden observar las costumbres tanto culinarias como de limpieza del momento.

Bueno, la historia se me ha hecho un poco repetitiva por tanto comparar esa época con la actual, no la propiamente dicha sino en la que escribió el libro. Obviamente me recuerda mucho a la serie que estoy viendo Downton Abbey, y, tal y como acabo de leer en la sinopsis (no las leo ya antes de leer un libro) pero la historia no la veo muy elaborada. Repite muchos aspectos que, para mí, ya han quedado claros desde el principio. Aunque debo decir que está escrito en capítulos cortos y no es muy largo.

De manera sencilla, con algo de ingenuidad y con mucha ironía esta autora nos muestra de primera mano cómo fue su vida en el servicio doméstico.
Me ha gustado mucho, y salvando las distancias, me he visto reflejada en casi todo; os aseguro que por mucho que se diga, las cosas no han cambiado nada. Yo trabajé en el servicio doméstico como interna durante cuatro años y otros dos también de interna en el servicio de limpieza y comedor de un colegio de alto nivel en España... Y era inquilina de ese "piso de abajo" donde también existían las jerarquías entre cocineras, limpiadoras, chóferes y gobernanta... En fin, que los años pasan pero hay cosas que permanecen.

Margaret nació en una da las muchas familias en las que apenas había dinero en casa, por lo que a pesar de servir para estudiar y haber conseguido una beca, tuvo que dejarlo todo y empezar a trabajar en el servicio doméstico. En estas memorias cargadas de humor y de anécdotas, cuenta esa parte de su vida de una manera sencilla, con capítulos cortos y muy amenos.

Margaret Powell, nacida Margaret Langley, publica Below Stairs («En el piso de abajo» para nosotros) en 1968. Vende 14000 ejemplares el primer año, probablemente por su sentido del humor y su frescura. A raíz del éxito escribe dos libros autobiográficos más y varias novelas. Se convierte en "un personaje televisivo" e inspira las series "Arriba y abajo" y (oh, sí, mi queridísima Maggie) "Downton Abbey". Muere de cáncer en 1984 dejando un patrimonio de 77000£.

La historia que se nos cuenta es muy simple y habitual: hija mayor en familia con pocos recursos necesita ganarse la vida, y nadie te paga por estudiar, así que la decisión es muy sencilla: toca ponerse a buscar un trabajo en una lavandería, primero, y en el servicio doméstico después. Pero si odias coser, tus opciones en el servicio doméstico se limitan a "pinche de cocina" (aka el último mono). A partir de ahí solo queda ponerle ganas, aprender, arriesgarse y dar el salto a cocinera mientras buscas desesperadamente un hombre con el que casarte para poder dejar de trabajar. Por suerte, la inquietud por saber no se pierde nunca.

En el piso de abajo son las memorias de una cocinera de familia de abolengo. Unas memorias risueñas, que no esconden la injusticia, sino que la miran con cierta distancia, distancia que se parece mucho a la sabiduría.

Un libro de un humor dulce, el resultado de cuando los humildes no se quedan callados. Totalmente recomendable.

La reseña completa, en https://libreriadeurgencia.wordpress.com/2020/08/23/en-el-piso-de-abajo-margaret-powell/


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