Cada historia tiene sus propios conflictos y la manera en la que se van uniendo hizo que a partir de la mitad ya no quisiera dejar de leerla. Me gustó mucho que, a pesar de todo, tiene un final esperanzador para las protagonistas. Me recordó al estilo de Almudena Grandes, en especial a Modelos de mujer y Atlas de geografía humana: un grupo de mujeres a quienes vamos conociendo y empatizando con ellas, con quienes sufrimos y hacemos descubrimientos, a quienes al final no queremos dejar ir. |