El dolor por la pérdida de un ser querido era comprensible. La culpa no. La culpa era un gusano que te iba royendo poquito a poco.
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El dolor por la pérdida de un ser querido era comprensible. La culpa no. La culpa era un gusano que te iba royendo poquito a poco.
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Que la belleza no es más que un atardecer sentada en cabo Home.
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La belleza es roja como un cuenco de cerezas. Mi primera profesora solía decir eso. Es lo primero que me viene a la cabeza. Rechazo el pensamiento porque resulta irracional. Pero no puedo apartar la vista del suelo de la habitación.
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No hay una palabra en el diccionario para quien pierde a un hijo.
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La belleza es gelatina rosa apunto de pudrirse.
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En hebreo existe esa palabra. Hore shakul. Padre o madre privado de su hijo. Un pueblo valiente, los judíos. Hay que serlo para ponerle nombre a esta pérdida, para decirlo en voz alta.
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No hay una palabra en el diccionario para quien pierde a un hijo.
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Los cuadros son como los chistes: si necesitan explicación, es que no son buenos.
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El insulto es el último recurso de los mediocres.
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Hipnótico. La belleza es gelatina de fresa a punto de pudrirse.
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10 negritos