Los crímenes de la calle Morgue

En realidad, se observará fácilmente que el hombre ingenioso es siempre fantástico, mientras que el verdadero imaginativo nunca deja de ser analítico.

La verdad rara vez se oculta en un pozo; de hecho, cuando se trata de cuestiones importantes del conocimiento, es mi opinión que la encontraremos invariablemente en la superficie.

Tal vez era capaz de ver con una inusual claridad uno o dos detalles, pero a costa de perder de vista el todo; en otras palabras, se puede ser profundo en exceso.

(…) donde la casualidad de estar ambos en busca del mismo libro, un volumen muy raro y en extremo valioso, nos llevó a iniciar una relación estrecha.

De hecho, se puede comprobar que quien posee ingenio tiende siempre a la fantasía, pero quien es en verdad imaginativo nunca es otra cosa que analítico.

Así como el hombre fornido se regocija de sus habilidades físicas y obtiene placer de los ejercicios que ponen sus músculos en acción, de igual manera la personalidad analítica se deleita con la actividad del intelecto aplicada a esclarecer alguna incógnita. Encuentra placer aun en las tareas más triviales, siempre que pongan su talento a prueba. Es afecto a enigmas, acertijos, jeroglíficos, y al resolverlos muestra un nivel de perspicacia que para el común de la gente parece sobrenatural.

Cuarenta años marcado por el dolor ,el abuso de las drogas y el alcohol -fue suficiente para revelarlo como uno de los más vigorosos creadores de historias sobre naturales

en realidad, se observa fácilmente que el hombre ingenioso es siempre fantástico, mientras que el verdadero imaginativo nunca deja de ser analítico.

Niega lo que es y explica lo que no es

Los ingeniosos son siempre imaginativos y los verdaderamente imaginativos son siempre analistas.