Este libro es una obra maestra, así de claro. No creo que la prosa de Edgar Allan Poe hubiera podido ser ilustrada por nadie mejor que por Benjamin Lamcombe. Los dos se mueven en el mismo terreno de lo macabro, creando obras muy personales. Además que la traducción que se usa es la que realizo Cortazar, y es impecable. Una obra genial y muy recomendable para los amantes de Poe. Me leí este segundo volumen antes que el primer libro( cosas de la vida) y estoy deseando leérmelo.
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