Cuentos de Edgar Allan Poe

Esta edición está ilustrada, aunque no todos los textos. No solo hay ilustraciones que acompañan al propio relato, sino que las hojas están enmarcadas y todos sus bordes están tintados en negro, dando al libro una aspecto general de siniestro y gótico, acompañando al espíritu de los relatos en sí. La verdad es que esto me ha parecido un detallazo porque le da un buen toque a la novela y la hace mucho más atractiva de lo que es ya de por sí. Como es un compendio de sus relatos más emblemáticos, voy a comentar algunos, mis favoritos y, al final, os comentaré mis impresiones generales.

Todos están contados en primera persona y, mediante esta técnica, podemos acceder al pensamiento de los personajes que los protagonizan y contemplar de primera mano cómo van degenerando sus ensoñaciones.


1. El gato negro: el narrador de este relato era un hombre normal, de buen corazón, que amaba a los animales por encima de todo. Se casó muy joven y se mudó a una casa llena de animales de todo tipo a los que adoraba. Sin embargo, de un día para otro el protagonista inicia un proceso de decadencia que le llevará paulatinamente a la locura. Comienza volviéndose adusto, violento, retraído e iracundo, llegando a maltratar tanto a su esposa como a sus mascotas. A ese cambio de comportamiento tan radical se le añade el alcohol, donde ahoga su constante malestar, el cuál lo único que hace es empeorar una situación ya se por sí complicada. Esta locura se va acrecentando hasta que comete actos realmente violentos que van un paso más allá del maltrato. En concreto, un día le arrancará el ojo a Plutón, su gato negro y el animal al que amaba por encima de todo. Este primer acto violento conllevará, finalizará, posteriormente, con el asesinato por parte de su dueño. A raíz de ahí, la estabilidad mental del protagonista todavía empeora más. Empieza a obsesionarse con el asesinato de su más querido amigo y a sentir remordimientos por su horrible crimen; no obstante, esta obsesión y arrepentimiento no harán más que incidir en su locura sin límites y llevarle hasta el terrible final, donde sus paranoias le llevan hasta el límite. Durante todo este relato, la historia está contada desde la primera persona, por lo que entramos en la mente del asesino y, en apenas unas páginas, podemos ver cómo se va desarrollando su sociopatía y qué clase de pensamientos nocivos le llevan a pasar se ser alguien agradable y amable a un criminal.

2. El corazón delator: este relato, junto con el anterior, son, sin duda, de los más conocidos de Poe. En esta ocasión también tenemos a un protagonista sin nombre que, de la noche a la mañana, se obsesiona con el ojo azul con cataratas del viejo con el que vive. Sin motivo aparente, despierta en él una ira irracional por ese ojo hasta el punto de querer deshacerse del viejo con tal de no ver nunca más esa mirada. Mientras nos va relatando qué fue lo que le llevó a cometer el asesinato, en todo momento nos insiste en que él no está loco, pues actúo de una manera acorde a lo que él sentía correcto y su movió con tanta prudencia, inteligencia y astucia que era imposible que una actuación tan medida y pensaba pudiera ser ejecutada por alguien que rozara la locura. de esta forma, intenta convencer al lector de que lo que él hizo era más que justificable y es lo que cualquier persona en su lugar habría hecho, puesto que el problema no era él ni su odio irracional, nacido de la nada, sino el ojo maldito del viejo que fue el que le llevó al asesinato.

3. El retrato ovalado: un hombre enfermo con su criado se encuentran por el camino un castillo abandonado, por lo que deciden alojarse allí para pasar la noche. Escogen una habitación para que el amo descanse y, en ella, el hombre se da cuenta de que está decorada con hermosos cuadros y retratos. Como no puede dormir, se dedica a mirar, y admirarse, con los cuadros que adornan la estancia, hasta que sus ojos se fijan en uno de ellos. Es un retrato de una mujer muy joven y hermosa. de inmediato, se siente perturbando ante esa pintura, pues es tan real que parece que el cuadro está vivo. En la almohada de la cama donde está descansando encontró un pequeño libro en el cuál se relataba brevemente la historia de aquellos cuadros. Ante la impresión que le causa el retrato de la joven, decide buscar la historia del mismo y cómo este fue concebido, descubriendo la verdad tan siniestra que se oculta tras su creación. He de decir que, aunque esta historia también tiene ese toque oscuro y violento, no me ha impresionado tanto como los dos anteriores, quizá porque al no ser un suceso que le afecte directamente al protagonista y que ejecute él mismo, no resulta tan impactante como los otros dos. Aun así, este relato también me gustó mucho.

4. El pozo y el péndulo: en esta ocasión, la primera persona nos adentra en un hombre que ha sido condenado por la Inquisición en Toledo y que ha sido encerrado en una celda con aspecto de cueva. Completamente a oscuras, intentará orientarse y hacerse una idea del tamaño de su prisión hasta que tropieza, con horror, con un pozo que hay en mitad del lugar. Conforme pase el tiempo allí encerrado, irá sufriendo una serie de torturas como la del péndulo que cae del techo con lentitud y que se va movimiento con parsimonia con la intención de clavarse en el pecho del acusado. Este relato nos transmite a la perfección no solo el miedo que siente el preso, sino también la incertidumbre y la angustia que produce estar en un sitio lúgubre, sin nada de luz, desconocido, rodeado de ratas, sin saber qué va a ocurrir con él y por dónde, en qué momento y de qué va a tratar la siguiente tortura. También nos llega desde los pensamientos del preso la claustrofobia al verse encerrado en aquel lugar y el horror de, llegado un punto, tener que elegir cuál era su mejor opción de supervivencia, siendo todas ellas horribles e igual de espantosas. Aunque no cuenta con una parte sobrenatural, que es lo que más me gusta de este autor, es una lectura fantástica y que realmente te pone mal cuerpo. Otra cosa que me ha sorprendido es la longitud de este relato, pues los tres anteriores se resolvían en unas diez páginas, sino menos, y este, por lo menos, dobla su longitud.

En este libro no solo podréis encontrar los cuentos de terror más famosos de este autor, sino otros tantos que, quizá, no sean tan famosos. al menos yo no los conocía y no los había oído mencionar. Aunque lo pueda parecer, las historias que encierran estas páginas no son todas de terror, pero sí comparten el elemento sobrenatural. He de decir que no solo ha habido unos relatos que me han gustado más que otros, sino que también me he encontrado con cuentos que me han llegado a aburrir bastante o hacérseme muy lentos, lo que ha hecho que, a su vez, mi lectura de este libro se dilatara mucho en el tiempo y tardara meses en leerlo. Si me topaba con un relato que no me entusiasmaba demasiado, tendía a dejar el libro aparcado hasta que me apeteciera ponerme de nuevo con él y eso hizo que tardara como tres meses en terminar una novela de apenas doscientas páginas. Quizá al no haber leído nunca ninguna obra completa de Poe y al haber experimentado tan solo el terror de sus creaciones más famosas me esperaba que ese toque característico y que a mí tanto me atraía estuviera presente en todo lo que escribía, pero no ha sido así. Pero bueno, creo que eso pasa con todos los autores, que nunca te gusta todo lo que escriben.

Aunque haya relatos que, para mi gusto, me hayan flojeado un poco porque no era lo que yo me esperaba encontrar, eso no quita que el libro sea estupendo tanto por la edición como por el compendio en sí que realiza de los cuentos de Poe. Si nunca habéis leído nada de este autor o si, como yo, tan solo habéis leído cositas sueltas, esta edición me parece perfecta para empezar con el autor y haceros una panorámica general de su obra. La edición es bonita, está cuidada y tiene un precio muy asequible.
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