En este primer contacto que he tenido con la poesía de Alejandra Pizarnik, he podido comprobar que es una escritora ecléctica, ya que en sus escritos toca temas muy humanos y ha tratados por otros en numerosas ocasiones, pero también da uso de otros temas menos comunes. Pizarnik toma lo que necesita de lo cotidiano, para crear poemas y textos de una belleza singular, y esto es lo que hace de su trabajo algo sincero y entendible. Su poesía para toda clase de público otorga a quien la lee diferentes significados, dependiendo de cuando se lea. Cuatro versos de cualquiera de sus poemas podrían rumiarse durante largo rato, sin llegar a una sola conclusión. Lo que más me ha impresionado ha sido la cantidad de temas que podía llegar a tocar. Aunque no deja de ser este un libro recopilatorio, es increíble que a lo largo de su vida haya tratado temas tan diversos, como si los típicos que afectan al humano de a pie, y que suelen ser los que más se ven en poesía, no fueran suficientes. Los poemas que más me ha gustado han sido los dedicados a fenómenos naturales y naturaleza en general: la oscuridad, la densidad, una tormenta, animales, un pantano… Me ha fascinado este lado de la autora, y me ha sorprendido gratamente. + Leer más |