Óscar es un gran chef, pero su pasión siempre han sido los misterios, por lo que en cuento tiene una oportunidad, se enfunda su gabardina, coge su lupa y se pone a resolverlos. Ha desaparecido el abuelo ardilla, y el detective Óscar se pone manos a la obra. Debe hacer un retrato robot del desaparecido (todo un horror), además de preguntar por él a todos los vecinos del bosque. Y ese final... te mueres de risa. La verdad es que este tipo de cuentos son los que más me gustan. Las historias divertidas, las que ocultan a simple vista lo que se está buscando. Las ilustraciones también son super bonitas e intercalan algún bocadillo de cómic. Será la próxima historia que cuente en la biblioteca. |