Frío

Una novela breve -pero intensa- de espíritu robinsoniano: la ciudad en la que está ubicado el convento/escuela en la que vive la monja que la protagoniza se torna fría, congelada, y los habitantes deciden emigrar en busca de un lugar más cálido. Por miedo o lo que sea, ella decide quedarse en el convento.

A esta altura de la reseña ustedes se estarán preguntando qué pasó, por qué, dónde, cuándo, cómo se llama la protagonista. No tengo respuesta para darles, porque Pinedo no lo dice. Solo nos cuenta todo lo que hace esta monja por sobrevivir al frío, sola y en un convento. Bueno, sola, lo que se dice sola, no: se siente hermana en Cristo con las ratas.

Decía espíritu robinsoniano al comienzo porque la monja hace hasta lo que podría haber sido imposible que hiciera una mujer religiosa, maestra de economía doméstica, para sobrevivir. Desde organizarse algo así como una agenda semanal para que ninguna tarea imprescindible quede sin hacer, como oficiar misa, hasta cazar un animal que se transforma en amenaza. Y. otro detalle no menor: se descubre a sí misma.

Es la segunda novela que leo de Pinedo, y en ambas, la necesidad de organizar y sobrevivir son la temática a desarrollar. Y, en ambas, lo hace de manera magistral.

Si se cruzan con este libro, no lo dejen escapar. Es una pequeña maravilla. Mucho más que muy recomendable.