«Las distinciones sociales sólo pueden fundarse en la utilidad común». Artículo primero, Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, 1789 Estamos en un momento crítico, inmersos en la premura, el ruido y la desinformación, en los frecuentes y flagrantes ataques contra el estado social. Siempre tengo claro que la visión que tengamos acerca de la Justicia Social determina nuestra necesaria tendencia política, y que el que no seamos conscientes de en qué consiste es una ignorancia culpable. Existe mucha intencionada confusión acerca de qué son los impuestos y cuál es su función: en la actualidad los impuestos han llegado a ser regresivos en la mayor parte de los países o están a punto de serlo. Evasión, ingeniería fiscal, paraísos tan terrestres, tan insulares, con sus tan bien pagados asesores e intermediarios financieros... Esta evolución, junto con la degradación de barriadas y cul de sacs unida a la gentrificación del centro, favorece el incremento de individualismos y egoísmos. ¿Es aceptable, 10 años después de la publicación de este libro, que una ¿minoría? política quiera bajar la tasa de recaudación al 10% del ingreso nacional y que el poder público se limite a las funciones mínimas de soberanía? Esta obra de investigación científica, con un impetuoso aporte de DATOS empíricos, desmonta prejuicios y excusas criminales (en especial la zanahoria de la movilidad salarial y la justificación por la creencia y esperanza meritocráticas, esa sangrante discriminación que supone el más insultante de los clasismos en nuestra contemporaneidad), y no se priva, basado en su rigurosísimo análisis, de proponer medidas muy concretas y claras, tal vez utópicas, que cumplen su función de mostrarnos el camino, el objetivo hacia el que queremos llegar. Parece que en este siglo estamos volviendo al mundo de Austen y Balzac: ¿Qué nivel de vida se puede alcanzar por medio de la herencia y cuál mediante el trabajo?. Renta contra crecimiento, rendimiento contra productividad: el pasado devora el porvenir. + Leer más |
La obra magna de Piketty en versión de tira cómica
¿De dónde vienen las desigualdades y por qué persisten? Para responder a estas preguntas, el renombrado economista Thomas Piketty condujo una investigación histórica minuciosa que culminó en su monumental Capital e ideología. Ahora, la periodista económica Claire Alet y el dibujante Benjamin Adam traen la adaptación al cómic del bestseller de Piketty.
En esta versión gráfica teñida de humor, Alet y Adam han concebido una saga familiar en la que la historia mundial de las desigualdades toma la forma de una pequeña historia personal. Jules, el personaje principal, nacido a finales del siglo XIX, encarna al rentista, una figura privilegiada en una sociedad hiperdesigual donde la propiedad es sacralizada. Él, su familia y su descendencia experimentarán la evolución de la riqueza y los modelos sociales. Ocho generaciones se suceden, como un hilo conductor a lo largo de las diferentes épocas, hasta Léa, una joven contemporánea que descubrirá el secreto familiar en el origen de su herencia.
Con una vocación pedagógica y didáctica, esta novela gráfica pone al alcance de todos el análisis de las desigualdades de Capital e ideología.