El morador

A Lis y a su hermano Greg les encantaba pasar los veranos en casa de los abuelos. Una casa de campo alejada de todo donde se dedicaban a jugar y vivir aventuras. Años más tarde, Lis vuelve a la casa después de una larga ausencia para dar un último adiós a su abuela, y en cuanto llega, empieza a notar que hay algo raro e inquietante; Lis no está sola en la casa, hay una sombra, una presencia constante, desconocida y perversa, surgida de la oscuridad de primitivas leyendas y mitos.

La ambientación está muy lograda, la autora nos transporta a viejas cabañas en medio del bosque, a sótanos oscuros y a una granja aislada, una casa donde Lis y su hermano eran felices de pequeños, pero que poco a poco se va volviendo un lugar más oscuro y siniestro.

La estructura de la novela es muy interesante. A lo largo del libro no solo nos encontramos con la historia de Lis y su familia, sino que es una historia que contiene varias historias, diferentes relatos de varios protagonistas y en distintos momentos temporales, y a través de todos ellos vas descubriendo una historia triste y aterradora.

“El morador” es una historia muy original sobre casas encantadas y presencias extrañas que te atrapa desde el principio. Pero no solo eso, también trata sobre brujas y familias malditas, seres demoníacos y posesiones.

Me ha gustado mucho como escribe Daria Pietrzak, con una prosa ágil que no llega a aburrir en ningún momento, y cómo consigue crear una atmósfera oscura e inquietante durante todo el libro.
Es una historia de terror que consigue estremecerte. La verdad es que los libros de terror no suelen darme miedo, pero este tiene varias escenas que me han puesto la piel de gallina, sobre todo en las escenas finales.

Una novela muy recomendable para los amantes del género.