Lo que creemos conocer siempre termina por sorprendernos.
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Lo que creemos conocer siempre termina por sorprendernos.
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En esta vida, cada cual va a lo suyo.
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Cuando uno está en lo alto de la jerarquía, a menudo olvida a los que le han llevado hasta ahí.
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A veces el tiempo dura mucho.
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Incluso los duros saben ser tiernos a veces.
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Lo importante no es lo que dicen los padres, sino el ejemplo que dan.
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Cuando uno está seguro de su talento y de tener las claves del éxito, no abandona un oficio que puede convertirle en estrella. Solo hay que reorientarse.
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Lo que no existe no se puede explicar.
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Es como la vida: pequeños gestos pueden tener grandes consecuencias. Y a veces el mismo gesto no tiene el mismo efecto.
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No olvides nunca que lo importante es el detalle, no el regalo.
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"Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo" ¿El personaje de qué libro está hablando?