El frío modifica la trayectoria de los peces

A medida que crecemos, entendemos mejor los caminos interiores de nuestra infancia, que a veces se convierten en extraños viajes. Conseguimos analizarlos, definir las causas, los motivos o los destinos finales. Sobre todo, en los recuerdos, logramos separar la parte de verdad de la irreal.

Hay que saber aprender de los fracasos. Esos momentos permiten construir el futuro.

Incluso los duros saben ser tiernos a veces.

Lo importante no es lo que dicen los padres, sino el ejemplo que dan.

No olvides nunca que lo importante es el detalle, no el regalo.

Una voz a la que se ha amado se recuerda, aunque sea mil años después.

La vida siempre te da otra oportunidad.

A veces uno entiende las cosas pero no quiere admitirlo.

A veces hay que dar tiempo al tiempo para comprender qué querían enseñarnos nuestros padres.

Considera la situación en su contexto global antes de quejarte.