¡Quiero esa tarta!

"¡Quiero esa tarta!" es un cuento infantil para edad desde los 3 años. Pensado para que nosotros se lo leamos a los niños, pero también con un vocabulario fácil y adaptado para que ellos empiecen a leer solos y aprendan.

En tapa dura, con las ilustraciones a página completa y con un tamaño de letra más bien grande para que sea cómodo de leer.

Las ilustraciones, por parte de Lucia Gaggiotti, son muy coloridas y divertidas. van a ayudar a los niños a identificar lo que leen y a entretenerse con la lectura, ya que pueden seguir lo que ocurre en el texto con las ilustraciones. Esto está muy bien sobre todo cuando son más pequeños, para que aprendan a identificar y relacionar texto e imagen, ya que ayuda también a la comprensión. al ser pequeños, en muchas ocasiones se guían más por las ilustraciones que por el texto, y la historia se puede seguir perfectamente a través de ellas.

Me ha llamado también mucho la atención que la niña en todo momento sale acompañada de su mascota. Un perro pequeño y marrón, que vemos en cada ilustración a su lado y haciendo lo mismo que ella. Jugar, comer la tarta e incluso vestido en algunas escenas igual que la niña. La unión de un niño con su mascota es muy fuerte, quieren hemos tenido alguna de pequeños lo sabemos, y me ha gustado mucho que aquí se vea reflejado.

Simon Philip, como autor, nos cuenta la historia de una niña que quiere por un lado obedecer a sus padres, y por otro lado no. Ese tira y afloja que muchos niños tienen, el límite entre lo que está bien y lo que está mal lo tenemos recogido en este cuento.

Nuestra pobre protagonista intenta por todos los medios entretenerse y no pensar en la exquisita tarta... pero no puede.

Aunque después de todo, sabe que ha actuado mal, y vemos cómo pide perdón e intenta compensar su desobediencia.

Al final del cuento, nos trae la receta de la tarta más rica del mundo (no apta para mascotas), que podemos hornear junto a nuestros pequeños. Una manera más de aprendizaje y de que "jueguen" ayudando a mezclar los ingredientes y vean también las texturas de los alimentos, y cómo se cocina. Eso sí, siempre con la supervisión de un adulto, nunca sólos, como bien especifica la receta.

"¡Quiero esa tarta!" es una manera divertida de hacer ver a los niños desde pequeños que tienen que obedecer. Y también que tienen que reconocer lo que hacen, no ocultarlo ni mentir, y sobre todo pedir perdón.
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