Satiricón

Encolpio y Ascilto son dos jóvenes buscavidas que se disputan al bello efebo Gitón.Sus andanzas por tierras romanas,narradas en primera persona por Encolpio,son un impresionante fresco social de la época,pero también un brillante ejercicio literario de gran vitalidad creativa.

El autor,de quien poco sabemos más allá de su tradicional e insegura identificación con Petronio,nos sitúa con gran realismo en el mundo romano de la segunda mitad del siglo I,de tonos marcadamente sombríos y decadentes.Pero este trasfondo social es punto de partida para una recreación personal,subjetiva,netamente literaria.El resultado,más que una novela en sentido estricto,es una desbordante pasión narrativa,ese gusto tan antiguo,tan humano y humanizante,por contar historias.

El Satiricón es,ante todo,una trepidante sucesión de aventuras.Las correrías y trapicheos de los protagonistas,desde la Campania a Crotona,nos sumergen en una especie de huida sin fin. Las estrategias de supervivencia y los más inesperados contratiempos se retroalimentan en una incesante e hipnótica carrera de obstáculos.

Y por el camino van apareciendo los más diversos personajes.De especial relieve serán dos de ellos.Uno es Trimalción,un enriquecido liberto en cuya mansion tendrá lugar una fabulosa cena que,además de constituir la sección más extensa y completa del libro,es documento impagable de los festines gastronómicos romanos.El otro,no menos contradictorio,es Eumolpo,un extravagante poeta de discutibles pretensiones morales y notable protagonismo en la segunda mitad del libro.

Junto a una variopinta presencia de esclavos,hechiceras,retóricos o cortesanas,serán los rostros de un mundo dominado por la codicia.Pero el libro evita las moralinas.Su mirada es penetrante pero aséptica.Impera una voluntad de entrener y divertir.Con prosa ágil y desinhibida que discurre según el modelo de la sátira menipea,tiende sobre la realidad una poderosa fabulación de ricos matices,imaginación desbordante y mucho humor que nos reconcilia,termina por reconciliarnos, con la insondable fragilidad de lo humano.

Una obra eterna,infinita,absolutamente gozosa.