 |
El libro está narrado con una dulzura exquisita y nos ofrece pasajes preciosos sobre los libros, la vida, el amor... Además, me encanta la pasión de Clémentine por los libros y cómo a través de ellos ayuda a los niños. Para mí, la historia de amor pasa a un segundo plano. La verdadera historia es la historia de Clémentine, su día a día y ella en sí misma. Sin embargo, aunque la narración es un tesoro por cómo se expresa la autora, con la delicadeza y dulzura que escribe, no me ha logrado atrapar. Clémentine me parece una chica que se ve por encima de los demás sólo por el hecho de ser diferente, de tener gustos diferentes al tópico de chica de su edad (27 años). Creo que si dejase de lado esa parte, el pensar que la gente que piensa igual que ella es mejor que los demás, y fuese menos pretenciosa, podría llegar a gustarme y empatizaría con ella. No obstante, ha sido una lectura bonita, de las que cuidan las palabras y transmiten esa belleza que, a veces, escasea en los relatos. |
>
