Sidi

El modo más seguro de perder una batalla, pensaba, era creerla perdida.

Las leyendas se construyen sobre hombres muertos.

-Tu eres peligroso, Ludriq.
-Vivo de eso.
Lo había dicho con ecuánime sencillez. Mutamán le dirigió una última y pensativa mirada.
-No -concluyó-. Es tu naturaleza
No seas nunca mi enemigo... Es favor que te pide un rey, hijo de otro rey.
Asintió otra vez Ruiz Díaz , disciplinado, Impasible.
-Haré cuanto pueda por no serlo.

Hay hombres que son más recordados que naciones enteras

Eres uno de esos raros hombres fíeles , no a una persona si no a una idea. En tu caso una idea egoísta, la que tienes de ti mismo

el truco en el oficio de las armas es aceptar que ya estás muerto.

Las leyendas solo sobreviven vistas de lejos.

A Ruiz Díaz lo abandonó la razón cuando quebró su lanza, clavándola en el cuerpo de su jinete moro que se interpuso entre él y el del caballo negro. El impacto le dejó el brazo dolorido. A partir de entonces, mientras el moro caía desarzonado, sólo supo matar y no morir.

quien come hoy puede luchar mañana

-¿Lo sabes, dices? ... Tú no sabes nada. No eres más que un desterrado sin patria -Señaló a Barbués y los otros-. Tú y esa gente sois mercenarios y buscavidas. Chusma de frontera.