Cuchillo de palo

Viendo como terminó Sarna con gusto, y conociendo a César lo suficiente como para esperarme cualquier cosa de él, me propuse dejar aparcada la lectura de Cuchillo de palo hasta que estuviese publicada, o a punto de salir a la luz, la tercera y última parte con la que se cierra esta trilogía. No estaba dispuesta a dejarme llevar por una agónica espera para saber cómo finalizaba todo. Por eso no ha sido hasta hoy que os traigo mis impresiones sobre Cuchillo de palo, la segunda entrega de la Saga "Refranes, canciones y restos de sangre". Y mientras estáis leyendo esta reseña, me hallo desconectada del mundo e inmersa en el desenlace final de esta trilogía.
Pontevedra 2013. Han transcurrido cinco meses desde que fuimos testigos del desenlace del secuestro de Margarita Zúñiga, el último caso del inspector de homicidios de Valladolid Ramiro Sancho. al comienzo de la novela nos encontramos a un Sancho convertido en un despojo humano, en un estado fútil de total abandono, y en pleno proceso de autodestrucción. Nuestro pelirrojo vallisoletano ha sido apartado del cuerpo, suspendido de empleo y sueldo por dos años y este es el motivo por el que se ha visto obligado a huir, poniendo distancias con su vida anterior, dejando atrás sus amistades y desapareceriendo por una temporada. Se ha instalado en Pontevedra y tiene muy claro que cualquier paso en falso podría engullirlo ya que su vida transcurre por zona pantanosa, donde el alcohol, la coca, las putas y las partidas de póquer clandestinas, en las que se juega algo más que el dinero, forman parte de su rutinaria vida.
Por otro lado tenemos al trío compuesto por Erika Lopategui, Ólafur Olafsson y Uriel, el arcángel redimido, inmersos en una cruzada que pretende dar el golpe definitivo a la Congregación de los hombres puros, una hermandad que se ha ido transformando, con el tiempo, en una peligrosa organización criminal de alto standing. Esta subtrama está impregnada de cierto tufo a logia masónica y centrará buena parte del peso narrativo.
En este libro no vamos a tener que resolver ningún crimen, la trama va por otros derroteros inimaginables. Toda la esencia de esta novela está centrada en su personaje principal: el pelirrojo vallisoletano, convertido en un imán que solo atrae problemas, mostrando al lector su personalidad más poliédrica y repleta de aristas. Todos los personajes de esta novela están perfectamente construidos y definidos a nivel psicológico. Su autor ha sabido dotarlos de vida, hacerlos accesibles, reales y creíbles, con sus luces y sus sombras, tanto a los principales como a los secundarios.
Cuchillo de palo es la novela más negra de las que he leído de César, y con la que ha logrado superarse. Es como un estallido de adrenalina contenido, totalmente adictiva y cargada de tensión narrativa. Su trama realista, imprevisible y efectista conduce al lector, con un ritmo cada vez más intenso, hasta los abismos más profundos y perturbadores del alma humana, introduciéndonos de lleno en el mundo de la trata de blancas y las mafias que comercian con ellas, una lacra que, por desgracias, afecta hoy en día a nuestra sociedad. César ha logrado elaborar, con su indiscutible creatividad, un coctel del gusto de cualquier paladar, eligiendo los ingredientes correctos para crear la receta perfecta.
El autor se vale de un narrador en tercera persona para mostrarnos los diferentes puntos de vista de todos sus personajes, permitiendo el avance de cada una de las líneas argumentales y contribuyendo a agilizar el ritmo. Con un lenguaje directo y contundente y una narrativa muy audiovisual, nos provoca y juega con nosotros. Todo esto lo irá aderezando con toques de humor ácido y corrosivo que aportan frescura y rebajan la tensión narrativa.
No soy partidaria de que se le añada a las novelas una banda sonora propia porque casi siempre mis gustos musicales difieren de los del autor, y tan solo consiguen ralentizar el ritmo narrativo. Pero en este caso César ha conseguido implicarme en la narración con uno más de mis sentidos, el del oído, al incluir música de San Rosendo de Carabanchel, Radio Futura, o la banda de Fito Cabrales.
En resumen, Cuchillo de palo es una novela negra que rezuma pasión y rabia, que ahonda en las maldades del ser humano, en la cual se percibe el dominio que tiene su autor de la técnica en cuanto a estructura y contenido. César ha conseguido pellizcar mi alma, atravesándome sin piedad, con algunas escenas rebosantes de emotividad, de tensión o de sufrimiento. Una novela con muchos giros argumentales que recomiendo encarecidamente siempre y cuando hayamos leído antes "Sarna con gusto", la primera entrega de la trilogía "Refranes, canciones y rastros de sangre".

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