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Voy a empezar diciendo que todas las buenas palabras que he oído de este libro, son merecidas. Esta primera entrega de TerraLinde nos transporta a un mundo mágico y nos narra una historia repleta de aventuras con toques steampunk. Una novela con una base muy al estilo cuento de hadas pero mucho más "adultizado", con un trasfondo más oscuro y tocando temas más duros pero sin dejar de lado esa esencia un punto inocente de los cuentos clásicos. Secretos, conspiraciones, peleas, historias de venganza, rencillas familiares, batallas por el poder, amistad, amor... Un libro cuyas paginas no solo desprenden magia, sino también un sinfín de sentimientos. A pesar de que no se hace especial hincapié en la construcción del mundo, sí que vemos pequeños detalles que demuestran que detrás hay mucho más trabajo del que parece a simple vista: multitud de razas, bastos territorios y la división de la corte feérica usando el invierno y el verano como símil de oscuridad y luz. Aunque si algo nos enseña este libro es que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos. Una de las claves del éxito de esta novela es su protagonista imperfecta y peculiar. Una mestiza con mucho ingenio y muy mal genio que no se está por tonterias. Pero no será ella el único personaje que nos cautive, pues todos tienen su propia esencia, ese "algo" que los convierte en un ser único y especial. A pesar de los grandes giros argumentales y la magnífica mezcla entre inocencia y crueldad que desprenden sus páginas, los personajes son para mi el principal elemento distintivo de este libro. Una lectura ideal para los amantes de una fantasía algo más ligera con la que poder disfrutar sin necesidad de adentrarse en un escenario épico repleto de grandes batallas. Un libro con mucha magia y una gran cantidad de personajes que se abrirán camino hasta tu corazón. Una historia que disfrutarán jóvenes y no tan jóvenes, y que nos deja con un final que sin duda invita a seguir leyendo. |
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