Leo no es un extraterrestre

Como ya sabéis me encanta saber (no ocupa lugar, los libros sí 😉). Estos libros me parecen especiales y que enfocan ciertas enfermedades de una manera que cualquiera (si quiere), puede entender.

Este cuento es sencillo, pero a la vez te da un montón de información. E incluso puede que te ayude a valorar si tu pequeño puede tener TEA y no lo has sabido reconocer, como ha sido el caso de los padres de Leo. Pero gracias a una pequeña, en el parque: ¡Boom! Una buena noticia se puede ver en el horizonte.

Lo recomiendo para padres, niños, familiares de pequeños con TEA, o cualquier persona en general a la que le guste saber y que quiera empatizar con este trastorno.

Las ilustraciones son como la mente de Leo, un batiburrillo, pero bonitas.

Este cortito libro lo leí tras recibirlo y tengo que admitir que me gustó mucho. Nos cuenta la historia de Leo, quien no se puede comunicar como todo el mundo y por ello esta frustrado y triste, pero conocerá a una nueva amiguita que le enseñará a hablar sin palabras.
Me da pena que el cuento sea tan breve, pues puede parecer que tiene muchas páginas pero realmente el texto que contiene es escaso (unas 3 lineas por hoja) y también me hubiese gustado saber más de la enfermedad de Leo.
Aun así es bonito y divertido de leer, las ilustraciones son preciosas y los colores elegidos acompañan a la novela de una manera exquisita.
Sin duda seguiré el camino del autor, quiero ver que otros mundo nos puede enseñar.

Considero que es de vital importancia más libros de este estilo para acercar al lector a este tema, ya que es muy importante hoy en día concienciar a la gente y mostrarlo en las escuelas para que las personas con TEA no sean discriminadas por los demás, para conseguir la inclusión en la sociedad.
Me gusta el enfoque que los autores le han dado, ya que es un libro muy sencillo de comprender para las personas que no entienden mucho del tema o que directamente no saben absolutamente nada del TEA. Quizá lo único que he echado en falta ha sido un poco más de información. Sé que es un cuento, pero es demasiado breve para mi gusto, ya que apenas hay como mucho tres líneas por cada dos páginas (y la mayoría son de una línea). Eso sí, las ilustraciones, que ocupan las dos caras, están muy curradas.

En resumen Leo no es un extraterrestre es un libro que recomiendo tanto a padres como a cualquier persona que trabaje con niños o tenga relación con ellos porque creo que es una lectura interesante tanto para los más pequeños de la casa como para los adultos

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