Tóxikas

"Tóxicas" es un volumen que contiene doce inquietantes narraciones breves, más un prólogo de Luis Pérez Ochando.
Pilar Pedraza, política, docente e investigadora, nos narra estas historias desde una primera persona que tiene mucho en común (al menos en lo biográfico más superficial) con su yo real. Las historias que cuenta, como bien ilustra la portada de Mariana Palova, tienen en común la carne, lo más físico, lo demasiado terrenal, incluso extremo.
Así, "Carne de mujer", el primer relato, nos muestra las reflexiones de la protagonista cuando le diagnostican una mola. Las doce historias se desarrollan con personajes y escenarios comunes, el más importante de los cuales es el Mercado Central, donde a la protagonista le fascinan la variedad de alimentos y lo intrincado del lugar, como ocurre cuando se pierde en "Vaca vieja", la segunda historia, que también muestra su fascinación por la sangre derramada y la carne abierta. Las "Hamburguesas de potro" del siguiente relato nos muestran el contraste entre esa fascinación y un modo de vida actual mucho más asociado al respeto a las criaturas. ¿Qué es bueno para comer? Ese mismo tema aparece en "Los lironcillos", que sitúa a estos animalitos como nuevo manjar en el mítico Mercado Central. "Solomillo de ternera" y "Gallinejas", comidas de hoy y de ayer, manjares olvidados entre el escrúpulo y la atracción casi sensual por los alimentos que suenan prohibidos. "Los huevos que no falten", además de glosar este alimento en sus procedencias más exóticas, es rico en referencias culturales, otro rasgo común a muchas de estas narraciones. "Cueros vivos", historia en la que la protagonista intenta reparar un bolso de extraño y oloroso material, se beneficia de un final impactante. "Permitido comer insectos" también crece hacia un final enloquecido y un tanto surrealista. "Los mimos también comen" tiene un toque introspectivo, sin perder los elementos de fascinación por lo cruel o macabro que aparecen en todo el libro. El apropiado cierre a este volumen lo dan "Caronte travels" y "Pompas fúnebres", centrados en la muerte como experiencia casi cotidiana.
Un libro cautivador e intrigante sobre la carne y la comida, lo físico y lo cultural, la vida personal y la colectiva. Una lectura excelente para quienes buscan cierta diferencia y provocación en la literatura.

La verdad que no habia leido nada de la escritora española Pilar Pedraza ,y gracias a Babelio que me lo ha puesto en bandeja he decidido leer su nueva novela,que acaba de publicarse. Su nombre me dio que pensar....¿ de que podria tratar esta lectura?ya que es un nombre que llama la atención " Toxikas".No me ha sorprendido que esté en femenino puesto que esta escritora siempre habla de las mujeres y su cultura y erotismo.
La novela esta hecha en formato rústico con solapas, es mas bien un libro de bolsillo,por la escasez de páginas y su pequeño tamaño.

Es una novela realista y a su vez fantástica,porque la protagonista nos cuenta su vivencia algo exagerada y gótica pero desde su punto de vista es reál .Cuenta un poco como cuando viaja a otros lugares ,no solo la sorprende la cultura si no que la forma de alimentarse de algunos paises o incluso la forma en la que velan o viven la muerte es todo tan diferente que lo relata realmente sorprendida.Algunas cosas del libro para mi son un tanto macabras,incluso a la hora de esplicar su enfermedad, como se sintió, como la operaron,ya que habla en el libro de la carne como si fuera algo demásiado sanguinolento,aunque realmente lo es,y en ocasiones la lectura se me ha hecho complicada por su forma de tratar ese tema,que por otra parte no es de estrañar con ese tipo de vivencias.
La protagonista va manteniendo conversaciones con amigos que se reencuentra y con ellos es con quien ,reflexiona sobre comprar y alimentarse, ella da su propia opinion un tanto estrambótica ,ya que no ve la carne con buenos ojos ,cosa que no es de extrañar con las cosas que ve después, la autora te lo hace tan real que dan ganas de hacerte vegana ya que te hace sentir siniestra si eres consumidora de carne.He supuesto a lo largo de mi lectura que ella puede ser asi después de vivir esa gestación anómala que tienen que estraerla.

Es verdad que notas todos esos sentimientos que dan repelus pero segun lees mas ,notas que está escrito desde la cultura y el gran conocimiento de la literatura. En el libro se busca en todo momento una perspectiva nueva, una literatura muy diferente a la que solemos leer diferente, sin mirar las normas.

No es el tipo de lectura que suelo leer pero como es un libro corto ,no está de mas el leerlo para poder opinar sobre el.Solo con ver su la portada ya vais a comprender de que os hablo ,la ilustración que aparece en la portada es un tanto .......macabra,lo cual le pega bastante con la lectura,que creo que de ahora en adelante me volveré vegetariana, ya que es lo mas saludable.

Estamos ante un prólogo titulado Carne que consume carne de Luis Pérez Ochando. Puedes ver en la contraportada, como un fragmento se ha usado para la propia sinopsis. Donde podríamos decir que es el mejor de los aperitivos para sumergirnos en su lectura.

En Tóxicas encontramos 12 relatos escritos por Pilar Pedraza. En ellos conocemos a Carmen Posa y sus compras en el mercado central, mientras que todos tienen como tema central esto, los recuerdos, experiencias y opiniones son muy variadas.

Desde la perspectiva de una mujer trabajadora en RTVV que es instruida, se diferencia de la maruja común y nos lo comparte. Nos muestra su cultura haciendo referencia a películas, libros o viajes… que son una delicia.



Sus textos se inspiran en la compra de carne, alimentos y reflexiones. Toca temas tan delicados como la inmigración y las clases sociales en el relato Caronte través. Siendo una muestra de como es capaz de hilar unos textos costumbristas en reivindicativos.

Nos muestra la cruda realidad, nunca mejor dicho, de nuestra necesidad de alimentarnos haciendo que nos sintamos tan solo una especie más de la cadena alimenticia. Donde escasea la humanidad.

Por la necesidad de alimentarnos de estos seres vivientes tan comunes como la ternera, seguir la moda comiendo insectos o recordar traumas infantiles rompiendo huevos de cisne.

A veces sus pensamientos vuelan y nos llevan de viaje o al pasado, incluso nos cuenta lo que crece en su interior… de algún modo nos hace partícipe sus historias crudas, reales o rozando lo fantástico como en Cueros vivos.

La portada tengo que confesar que me impactó. Una servidora es una tiquismiquis que prefiere ver la comida cocinada en el plato, para no pensar que son parte de un animal… Creo que es el efecto que se buscaba: mostrarte la verdad, que puede ser repugnante.



Su forma de escribir es directa, incluso de una provocativamente política incorrecta, como también descriptiva en la que los escrúpulos pueden aflorar. En estos momentos en los que hay pieles tan finas para temas tan frívolos e inexistentes para los importantes.

Algo que adoro y en este libro se cumple, es cuando nos hablan de soslayo sobre obras de arte, ya sea de tipo arquitectónico, visual o escrito. Te hace buscar con curiosidad en Google, en los que encuentras verdaderas joyas.

He disfrutado cada uno de los relatos cortos tan cercanos. Son muy ágiles de leer e interesante, llevándote a sentir que la protagonista te la puedes encontrar en tu próxima visita a la compra.

No recomendable para veganos. Si te gustan las historias cortas con miles de subterfugios, pero de una pluma directa. Historias cotidianas que te muestran la cruda realidad sin florituras ni aliños.

Pilar Pedraza trae "Tóxikas", un libro corto de relatos también cortos que enganchará a muchas personas.

"Tóxikas" es un libro de relatos cortos sobre la vida cotidiana de María Posa, una mujer normal con una vida normal y una rutina normal. Entonces, ¿qué tiene de extraordinario este libro? Bien, este libro no es un libro de cuentos normales, se trata de un libro de relatos turbios sobre cómo vivimos las personas. Una crítica sobre la vida que aparenta tener María -la vida que quiere que los demás vean cuando piensan en ella- y la vida real -sus pensamientos y acciones que la hacen llevar una vida digamos 'opuesta' o 'criticable' comparada a la vida que pretende tener como pública-.

"Tóxikas" es toda una crítica al consumo y excesos propios de las personas. Cómo vemos a los animales como mera comida o accesorios para disfrute personal. Me parece una crítica necesaria teniendo en cuenta que vivimos en un capitalismo constante donde todo lo que nos recuerde que lo que hacemos está mal y nos hará ir mal, se ve con malos ojos por la gran mayoría.

Me ha parecido un libro muy rápido de leer, en una sentada se termina. Además está separado en relatod cortos, que se pueden leer sin orden estricto, y eso da la sensación de que todavía se lee más rápido. Por otra parte, el modo de relatar que tiene Pilar Pedraza se me ha hecho muy pesado. Descripciones y descripciones, muchos detalles sin peso en la trama. En un libro en primera persona ya se esperan detalles, pues es en este caso la protagonista quien nos cuenta lo que piensa con todo lujo de detalles. Aun así, se me ha hecho muy pesado. Cosa que no quita que su modo de escribir sea bonito y detallista, que lo es. Simplemente no es para mí.

Finalmente, recomiendo este libro a las personas que hayan leído a Pilar Pedraza y quieran leer algo ligero pero con un significado potente detrás. Y no recomiendo este libro a aquellas personas con aversión a la sangre, heridas, descripciones o gore en general.

Este libro, con un vano prólogo de Luis Pérez Ochando, es la compilación de algunos de los relatos (que no es necesario leer en orden) que la autora de Lobas de Tesalia ha publicado en la revista digital La Charca Literaria, donde sigue colaborando. Ni temor ni temblor. Protagonizados por María Posa, que en ocasiones parece un alter ego de la autora, en el primero de estos relatos, titulado "Carne de mujer", se utiliza el diálogo como dosificador de la tensión narrativa, la cual se disuelve como un azucarillo en el decepcionante final y es que este es un libro menor dentro de la trayectoria de la escritora valenciana, un divertimento donde encontramos frases como "sus brazos desnudos lucían blancos, prietos y dorados por su vello fino que brillaba al sol de la primavera". Sin emoción, estamos ante unos relatos que gustarán a los incondicionales de la autora de El amante germano. Como ejemplo, valga "Hamburguesas de potro", que empieza "entraba yo en el Mercado Central uno de estos días de otoño veraniego..." y prosigue anodino con el componente realista y costumbrista asfixiando el texto ante la ausencia de lo gótico, lo fantástico, lo siniestro habitual en libros anteriores y que solo asoman en relatos como "Los huevos que no falten" y "Pompas fúnebres", el último de todos y quizá el mejor. A lamentar que el texto de la solapa sobre la autora esté incompleto.