Querida señora Bird

Querida señora Bird, ( Dear Mrs. Bird) 2018
A. J. Pearce
@rocaeditorial
Traducción de Maria Enguix

Londres, 1940

📰 Emmeline Lake trabaja como secretaria en un despacho de abogados y cubre varios turnos nocturnos en la centralita telefónica del Servicio de Bomberos.

📰 Su mejor amiga Bunty vive con ella y está prometida con William, bombero.
Son jóvenes y valientes e intentan contribuir de la mejor manera al esfuerzo bélico.

📰 El sueño de Emmy siempre ha sido ser corresponsal de guerra y una mañana encuentra un prometedor anuncio en el periódico : se precisa aprendiza para The London Evening Chronicle.

📰 Emmy conseguirá el puesto y tendrá que lidiar con la temperamental Mrs. Bird , encargada del consultorio femenino y poco dispuesta a tratar temas "espinosos"

Lo que empieza como una historia amable y costumbrista, ambientada en pleno Blitz, acaba siendo una entrañable y emotiva novela sobre la amistad, la bondad y la supervivencia.

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Divertida, conmovedora, tierna y en algunos momentos dura, esta historia enmarcada dentro del género feel-good te deja un gran sabor de boca y el corazoncito alegre.

Con una protagonista maravillosa y arropada por unos secundarios que son el perfecto contrapunto para ella, la autora nos introduce en la vida de una chica que quiere comenzar su vida adulta en un Londres asediado por los bombardeos nazis.

Ha sido una bocanada de aire fresco que me ha hecho soltar varias carcajadas y alguna que otra lagrimilla con un humor y un sentido de la vida y del deber muy, muy inglés.

Me ha encantado

Quieres leer "Querida señora Bird"?. Si.
En los días tristes de otoño te apetece mantita y tranquilidad. Este libro te dará eso. Mantita=Calor en el corazón. Tranquilidad=Sonrisa, un: ¡Ay, pobre!, suspiros, un: ¡Uf, por fin!... Además de ser entrañable, divertido de leer, a veces con situaciones que te encogen el corazón de pena (o sea una lectura cozy), también es una historia desarrollada en un Londres bombardeado durante la II GM, donde las personas quieren intentar seguir con sus vidas, sus amistades, sus amores, sus proyectos, sus diversiones... todo ello sin olvidar a las personas que están fuera luchando. Recomendable para esas tardes lluviosas de otoño. Gracias.

Emmeline Lake tiene un sueño, convertirse en corresponsal de guerra. Su ciudad, Londres, sufre los bombardeos nazis y ella dedica su tiempo a trabajar de secretaria por el día y de voluntaria con los bomberos por la noche. La oportunidad de iniciar su carrera en el mundo periodístico le surge inesperadamente pero el trabajo no es lo que ella imaginaba, sobre todo cuando se da cuenta de que debe hacer una criba grande a la poca correspondencia que le llega a la famosa sección de consultas de la señora Henrietta Bird.

Incapaz de dejar de dar respuesta a todo lo que para la señora Bird es intolerable, Emmy se embarcará en la secreta aventura de dar consuelo y consejo a ciertas lectoras cuyas cartas iban a acabar en la basura.

Hasta ahí puedo leer para no desvelar nada porque en la trama de "Querida señora Bird" pasan otras cosas. El argumento principal se ve llegar enseguida sin haber leído la sinópsis pero luego hay subtramas que enriquecen a esta bonita historia en la que su autora ha construido una genial protagonista pero donde hay otros personajes (Bunty, el señor Collins, Charles o Kathleen) de los que una se queda con ganas de más. 

Es una historia bien bonita que entretiene, se enmarca en un período histórico concreto y resulta hasta emotiva en ciertas partes. Me ha gustado mucho y la verdad es que según llegaba al final no quería dejar a los personajes. Afortunadamente una búsqueda en Google me llevó a lo que deseaba, una segunda parte que tendré que leer.


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Esta es una novela que va de menos a más en intensidad. al principio puede parecer que lo que tienes entre manos es una novela feel good y así lo he leído en muchos sitios pero no estoy nada de acuerdo. Es un libro que reúne muchas cosas; momentos divertidos, tranquilos, indignantes pero también encontramos drama y ese punto es justo el que le da un vuelco a la novela y la aleja enormemente del feel good.

Está ambientada en la II guerra mundial pero aunque al principio de la novela no parece muy relevante, hacia la mitad de un giro completo y nos sumerge en los estragos de la guerra.

Este libro nos habla de la situación de las mujeres en la guerra, de cómo la vivieron ellas, las que se implicaron y las que quisieron pasar de puntillas. Inspirada en las cartas que la propia autora descubrió en una antigua revista femenina escrita durante la guerra, nos traslada a una época en la que estaba mal visto hablar de divorcios, de sexo y de muchísimos temas que eran intocables; la mujer debía centrarse en encontrar un buen marido y portarse como una buena esposa ¿? Nuestra protagonista huye de estos tópicos, lucha por ser periodista y se lanza a ayudar a otras mujeres.

Narrado en primera persona por Emmy, nos lleva de su mano a través de las ruinas de la ciudad de Londres que sobrevivía a duras penas bajo las bombas nazis.

Es una lectura sencilla, ágil, se lee en muy poquito tiempo y nos traslada a una época en la que las mujeres tenían que pelear mucho por su vida, por su profesión alejadas del patrón de buena chica que a lo único que tenía que aspirar era a encontrar un buen partido para casarse y tener hijos.

Una novela que, a pesar como os digo de su sencillez, he disfrutado. Con la que he reído y he llorado, con una protagonista a la que amas a la vez que desearías poder "zarandear" por algunas de sus decisiones.
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“Querida señora Bird” comienza con un anuncio de una oferta de empleo de aprendiz en una de las editoriales de prensa más importantes de Londres. Y Emmi al ver el anuncio no duda ni un momento en inscribirse en él pues para ella puede ser una gran oportunidad para convertirse en corresponsal de guerra e informar de los estragos del nacismo tanto en Londres como en el resto de Europa. Pero cuando consigue el empleo no es ni de lejos lo que ella esperaba, su función será transcribir cartas para una columna de consejos en la revista “Amiga de la mujer”.

En “Querida señora Bird” la historia se centrará en cómo Londres vivió la II Guerra Mundial pero desde la perspectiva de las mujeres y de todos aquellos que aunque no estuvieran combatiendo en el frente, lucharon para seguir manteniendo una vida más o menos normalizada para cuando la guerra acabara.

A lo largo de la historia se hace hincapié en que no solo fueron tiempos difíciles para los soldados y el ejército sino que también las mujeres tuvieron que hacer grandes sacrificios para sacar a sus hijos y familias adelante; para seguir con sus trabajos y hacer voluntariados de todo tipo para aportar su grano de arena en la guerra; y mantener la esperanza de que todo acabara pronto, que sus novios, maridos, e hijos volvieran sanos y salvos, y que nadie cercano muriera durante los bombardeos áereos que asolaban a Londres casi a diario.

En la novela también aparece como era el trabajo que realizaban los bomberos y equipos de rescate cuando se producían los bombardeos, un papel fundamental para mantener a salvo tanto a la ciudad como a los ciudadanos pero que cuyo trabajo no fue considerado importante como el del ejército.

Y aunque a lo largo de toda la novela se narran momentos bastante crudos, lo hace desde un punto de vista amable y con ese toque de esperanza con la que todos los ciudadanos vivían su día a día esperando al fin de esa pesadilla. Hay momentos tiernos y que te hacen sacar alguna que otra sonrisa y otros que te rompen un poquito el corazón.

“Querida señora Bird” es un libro recomendable si queréis conocer otro punto de vista de la segunda guerra mundial y leer una historia que os deje el corazón calentito.

Una lectura entrañable, ambientada en el Londres de 1940, en plena segunda guerra mundial y donde su protagonista Emmeline nos cuenta en primera persona su día a día en su nuevo trabajo, como voluntaria del servicio de bomberos y con sus familiares y amigos.
Me ha gustado mucho, una lectura con unos personajes increíbles, sobre todo su protagonista, aunque ella es una duda constantes, es muy optimista, siempre intentando ayudar aunque mete la pata cada dos por tres, es valiente y sincera. La verdad es que es de los libros que mejor refleja el ambiente y la vida en esos años, como viven sus rutinas entre bombardeos y peligros y sabiendo todo lo que pueden perder.
Me ha parecido una bonita historia también de amistad, de sueños y donde la mujer tiene bastante importancia.
Hablando un poco de la trama, Emmy sueña con ser reportera o corresponsal de guerra y con su nuevo trabajo cree que va a empezar a vivir su sueño, pero nada que ver, aunque pronto verá que también puede ayudar de otra manera y se meterá en algún que otro lío, es muy espontanea y no piensa mucho las cosas y eso es parte de su encanto, su amiga Bunty siempre la aconseja y se ayudan mutuamente y también pasaran por momentos duros y perdidas importantes.
En general me ha gustado mucho,me ha mantenido enganchada de principio a fin y es de una época de la historia que no me cansa nunca, bien documentado, ambientado de maravilla y con unos personajes encantadores todos, con sentido del humor y salidas para todo, incluso en los malos momentos. Lo recomiendo.

Deliciosa, conmovedora, reconfortante, alentadora, tierna, inspiradora, alegre, divertida, fresca, etc.
Estos son algunos de los adjetivos que despierta la lectura de "Querida señora Bird". Una novela enmarcada dentro del reciente género denominado feel good, con historias que te dejan con un buen sabor de boca y una medio sonrisa tonta que hace que pensemos que el mundo puede llegar a ser un lugar bonito para vivir. Lo cual no significa que no tenga obstáculos y que deban superarse.

Emmy vive en medio del turbulento Londres durante la invasión alemana en mitad de la II Guerra Mundial. Un periodo en donde la mayoría de la gente corriente hace lo posible por poner su granito de arena, y, en este caso, como voluntaria en los servicios auxiliares de bomberos, en la operadora telefónica en donde se reciben cientos de avisos tras los continuos destrozos causados por los ataques aéreos alemanes; además, trabaja como mecanógrafa de la sección de consejos de una revista de mujeres semanal, que, a pesar de no ser el trabajo soñado, mucho menos lo era la mentalidad estrecha de la señora Bird que cribaba la mayoría de la cartas por considerarlas "fuera de tono", lo que le hace rebelarse contra ello de la forma que tiene a su alcance, que es respondiendo alguna de esas cartas suplantando la identidad de la señora Bird, aún no exenta de remordimientos.
Son cartas de mujeres que muestran los daños emocionales colaterales de la guerra y que estaban silenciados; cartas con historias de mujeres que se enfrentaban a situaciones de una dificultad inimaginable en una de las épocas más duras de la historia; mujeres que se sentían solas mientras sus maridos estaban en el frente, o incluso sabían que ya no los volverían a ver; o aquellas que caían rendidas a los pies de un hombre que no les correspondía; o, simplemente se sentían perdidas en esos tiempos tan difíciles.
Emmy, mientras su sueño de ser periodista se hacía realizar, decide intentar dar respuesta, bajo su humilde experiencia, a todas esas cartas y ayudar a esas mujeres a espaldas de la señora Bird. Era parte de su granito de arena en tiempos de guerra, ayudar a que la gente fuera feliz. Se trataba de ofrecer esperanza.

Sin embargo, no es una novela sobre la guerra, aunque haya episodios duros. Sino que parecen existir dos realidades paralelas: la de nuestra protagonista y su mundo pizpireto y alegre lleno de sueños; y el de ese Londres inmerso en los estragos de la guerra, sin que parezca que vayan a tocarse, pero sí que lo harán, sí. Un episodio trágico dará al traste con los sueños y las ilusiones de nuestra protagonista haciendo que su mundo se tambalee tanto como lo hace la ciudad con cada bombardeo. ¿Será capaz de reconstruirlo?.

Es una conmovedora historia llena de ternura, y de valores tales como la amistad, voluntariedad en tiempos de guerra, de bondad hacia los que nos rodean, el calor de la familia, y los sueños de las personas, que los hacen aún más conmovedores dentro del escenario bélico que les rodean. Son emotivas historias de gente corriente que, en medio de la desolación, siguen levantándose. Es difícil creer que entre los escombros hubiera tiempo para vivir, en el sentido bello y de justicia de la palabra, porque, como se dice "todos podían saltar por los aires al día siguiente", pero, si algo no podía evitar Hitler es que las personas se enamorasen y tuvieran ilusión.

Una historia que no deja de emocionar y disfrutar trasladándonos a un pasado que, si bien es cierto que mejor no es, sí irradia coraje y admiración hacia todas esas mujeres en medio de la guerra, y, como dice la autora, "recordar lo magníficas que fueron". Una carta de amor al poder de la amistad y a la bondad hacia los demás en tiempos extraordinarios.

Londres, 1940. En plena guerra mundial, Emmy ( la protagonista) trabaja de voluntaria como telefonista en la estación de bomberos. Un día leyendo el periódico y persiguiendo su sueño de ser periodista se interesa por un anuncio de un periódico que pide gente sin experiencia. Pero nada es lo que parece y su trabajo consistirá en mecanografiar las cartas que le llegan a su temible jefa, la señora Bird, la cual no acepta cartas "inmorales". Así que cuando llegan a manos de Emmy cartas de lectoras con verdaderos problemas y graves, contestará a esas cartas por su cuenta y en secreto, secreto este que solo sabrá su mejor amiga y compañera de piso; Bunty.
Es una pasada leer como los personajes del libro intentan llevar una vida normal mientras todos los días son bombardeados. Reconozco que a veces se me ha hecho un poco aburrido, pero es un libro que está bien para desconectar, pasar el rato y leer sobre el valor en mayúsculas.

Emmeline Lake es voluntaria en el servicio auxiliar de Bomberos durante la II GM y quiere ser corresponsal de guerra, así que cuando ve una oferta de trabajo en la editora del London Evening Chronicle no se lo piensa dos veces. Pero el trabajo que consigue no será en el diario, sino unos pisos más arriba, como mecanógrafa en una revista femenina, más concretamente en la sección de cartas de las lectoras solicitando todo tipo de ayuda, a las órdenes de la imponente Sra. Bird. Pero la jefa tiene una lista interminable de asuntos que no responderá ni publicará, así que Emmy, apenada por esas mujeres desesperadas comenzará a responderlas a espaldas de todos.
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Hasta aquí todo superfeelgood. Emmy, su mejor amiga Bunty, sus amigos y compañeros intentan hacer vida normal mientras Londres es bombardeada sin piedad por la Luftwaffe. Hasta que sucede una tragedia y el feelgood se va a paseo para retomarlo al final, porque así deben ser y así son estas novelas.
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Aunque parezca increíble, lo más emotivo fue la Nota de la Autora donde explica cómo se inspiró y confirmas completamente que este libro es un homenaje a todas las mujeres que en tiempo de guerra trabajaron hasta la extenuación por mantener sus hogares hasta que los muchachos volvieran a casa. Y el punto de vista de la Sra. Bird no es más que el caduco empeño de mostrar a la mujer como el ángel del hogar, siempre arreglada, siempre femenina, sin quejas, sin tacha y, por supuesto, sin debilidad. Una imagen que Emmy quiere romper con sus cartas, diciendo que está bien sentirse cansada, asustada, desesperada y hundida, que no es ser débil, es ser humanas. Un rayo de esperanza en medio del horror. Un mensaje que también se puede aplicar a nuestros días.