La cacería

Al leer la sinopsis me acordé de alguna película en la que hay alguna cacería humana como por ejemplo Blanco humano con Jean-Claude van Damme de protagonista. En este caso me gustó que fuera una mujer la víctima de la cacería y a la vez la heroína de la novela. Pero es que además es otra mujer, una inspectora, la que más se implica en la investigación. Y por supuesto me pareció muy interesante que J. M. Peace, la autora de la novela sea policía.
Samantha Willis, Sammi, la protagonista es oficial de policía en Queensland, Australia, y vive con Gavin, su pareja desde hace unos tres años. Ella tiene un carácter fuerte y temperamental, por eso son frecuentes las discusiones, aunque nunca les dura demasiado el enfado. Normalmente cuando esto pasa él sale a correr y ella se va con alguna amiga, un par de horas y se les olvida. Pero esta vez ella se ha enfadado de verdad. Planea ir a ver Candy, una amiga del colegio a la que le va la juerga, y como es viernes pasar una noche de fiesta con ella como hacían antes. Aunque su amiga vive lejos, a más de tres horas en coche, y que tiene que estar en la comisaría el sábado a las doce, está decidida a ir. Pero ella no tiene ganas de liarse con nadie, una cosa es irse sin avisar y no coger el móvil cuando llama Gavin y otra bien distinta es serle infiel. Por eso cuando con alguna copa de más su amiga quiere seguir la juerga con dos hombres que acaban de conocer, ella decide irse sola a casa de su amiga a dormir. Pero nunca llegará.
Gavin, preocupado al no saber nada de ella irá a la comisaría a buscarla y dará la alarma. Cuando se ponen en contacto con Candy, se dan cuenta de que el coche está en la puerta de su casa y no ha dormido allí, su desaparición no ha sido voluntaria y entonces empezará una carrera contrarreloj para encontrarla. Los encargados de buscarla serán la subinspectora Janine Postlewaite y su compañero Anthony Johnson, al que todos llaman Jake. Por supuesto contarán con la ayuda de todos los compañeros de Sammi.
Desde el principio conoceremos la identidad del cazador, que en un principio cazaba jabalíes y que encuentra en la caza de mujeres una sensación única que le hace sentirse superior, como un dios.

Le había sorprendido lo mucho que había disfrutado de la caza. Se había movido acompasando sus pisadas con las de ella para que no le oyera acercarse. El corazón le había empezado a latir más deprisa, y la emoción de la caza lo había vuelto todo más nítido, más claro, más concreto. La adrenalina le había hecho sentir más fuerte ha medida que se acercaba a la mujer sin que esta siquiera se enterase. Era un superhéroe, omnisciente, omnipotente.

En cuanto hubo terminado, se quedó cautivado. No había nada comparable. Ese momento, la fracción de segundo que tardaba la muerte, había sido más intenso que cualquier otra cosa que hubiera experimentado en su vida. Mucho mejor que el sexo. Un momento de todopoderoso tecnicolor en una vida por lo demás gris. Entonces supo que tendría que volver a experimentarlo.

No es la primera vez que caza mujeres pero no cuenta con que Sammi es policía, ha sido entrenada, está en forma, tiene un fuerte carácter, es una luchadora y no se dará por vencida. Irá dejando pistas para que la encuentren, pero también pruebas para que le cojan a él. La policía es un mundo que parece ser solo para hombres. Ha tenido que pelear mucho para conseguir que sus compañeros policías la respeten y la tomen en serio. Eso es algo que tienen en común Sammi y Janine. Y seguro que también la autora.

A lo largo de los años había cometido equivocaciones y errores de valoración. Había manejado mal algunas misiones. Después de cada una, las repasaba, analizaba sus acciones y deducía lo que debía haber hecho. Así en cada ocasión aprendía y mejoraba.
Pensar y planear. Pensar y planear. A cada paso que daba, pensaba y planeaba.

Además de Sammi, Janine es un personaje que me ha gustado, su intuición y su constancia para encontrar a Sammi cuanto antes, sabe que el tiempo corre en su contra, que puede estar ante un asesino en serie peligroso y cruel. El cazador, Don, es entre otras muchas cosas un asqueroso misógino.

La cacería es un thriller que te mantiene en tensión desde el principio, se lee rápido y entretiene.

8/12/23
Lectura conjunta del grupo,en exclusiva.
Una buena sinopsis para elegir esta lectura,además de corta.
Una policia es secuestrada por un asesino en serie,y sera victima de un juego macabro.El asesino puede que se haya equivocado eligiendo a la chica,ya que no sabe que es policia.
Todo el departamento y policia del estado se pondrá a buscarla sin esperar el tiempo que normalmente hay que esperar.
El instinto de la protagonista y la ayuda de una inspectora,haran que el juego no acabe como deberia acabar.
Sera una caza primitiva ,que ella tendra que lidiar para poder salir con vida,y otra caza ,esta vez hasta la del mismo asesino.
Buen ritmo,y buenisima historia,con saltos de protagonista y narrada cronológicamente.
Mucho disfrute y intriga,recomendada .Muchas gracias.

La cacería es una historia plana, insulsa, sin ritmo y sin emoción que no llega a enganchar en ningún momento. Demasiadas voces y pocas de ellas interesantes.

Una trama fácil y falta de emoción
En La cacería nos encontramos con una trama muy simple y que podía haber dado mucho juego, pero que se queda en nada. Nos narra la historia de Samantha, de cómo tiene una discusión de lo más absurda con su novio, se va de juerga y es raptada por un psicópata. A este, le gusta cazar mujeres, se las lleva a sitios apartados, las suelta y comienza a perseguirlas. Si a eso le añadimos que Samantha es policía podríamos decir que teníamos todos los ingredientes para una buena novela de terror psicológico. Sin embargo, nada más lejos de la realidad.

La autora trata de contarnos cómo se siente su novio, su amiga, la mujer que lleva su búsqueda… y se olvida de que la verdadera acción, donde debería haber echado el resto es en esa cacería. Pero para disgusto mío, y el de cualquier lector, esa cacería queda de lo más absurda, coja y sin un ápice de tensión. Eso sin contar la forma en la que la autora soluciona el conflicto…

La cacería no caza al lector
Y es que si la historia es mediocre, no lo son menos los personajes que podrían haber salvado un poco la historia. Empezando por la protagonista con la que en ningún momento se es capaz de empatizar y que no usa sus dotes de policía más allá de lo que podría hacerlo cualquier personaje con otra profesión. Eso sin contar con que empezamos con una persona que se enfada con su novio y decide irse de casa porque este le ha planteado juntar las cuentas bancarias…

Después está Janine, una detective abnegada que hace cosas igual de absurdas que su compañera de protagonismo. Creo que mi mayor problema es que los personajes no son creíbles y tienen comportamientos irracionales sin un porqué.

Sin ritmo no se caza
Y es que si tenía pocos problemas, La cacería carece total y absolutamente de ritmo. Los capítulos no acaban de forma que te apetezca seguir leyendo y si encima va saltando de un personaje a otro dando información irrelevante que solo hace la lectura más pesada… al final acabas deseando o que cace a Samantha de una vez o que se muera o en fin… No hay tensión, no hay intriga, no hay nada.

Una maquetación y una traducción de vergüenza en La cacería
Y vamos por algo que me ha llamado mucho la atención de la cacería. Tengo la impresión de que los señores de Ediciones B sabían el tipo de novela que estaban editando y no tuvieron cuidado ni en los detalles más básicos. Líneas viudas y huérfanas campan a sus anchas por las páginas de este libro, sin contar con una errata que podéis encontrar en la página 159. Y por si fuera poco la traducción es terrible, expresiones que no tienen sentido, podéis encontrar una en la página 171 que tuve que leer varias veces para interpretar qué querría decir.

En definitiva, no recomendaría esta historia a nadie, no merece la pena.

Hoy os hablo de “La cacería”, una novela que leí con dos amigas y que fue elegida por una de ellas porque tenía pinta de entretenida y fácil de leer y sí… las dos cosas son ciertas, peeero, poco más se puede decir de este libro, de hecho, os lo podéis ahorrar.
Si llevas contigo un bagaje lector considerable de novelas negras, thrillers e historias de intriga y misterio en general, se te va a quedar corta no, cortísima.
Esta es la historia de Sammy, una mujer policía que tras discutir con su pareja, se va a pasar la noche a casa de su amiga Candy. Las dos salen de marcha, pero llega un momento en el que Candy quiere seguir de jarana y Sammy no, así que decide volver sola a casa de su amiga, pero para ahorrar tiempo se sube en la camioneta de quien no debe y empieza un fin de semana de terror en el que su vida dependerá de su ingenio para escapar de su “secuestrador/cazador” y de la rapidez con que su pareja y compañeros policías se pongan a buscarla.
La narración alterna la lucha de Sammy por sobrevivir con el dispositivo de investigación y búsqueda que se pone en marcha para localizarla.

Es una historia que transcurre durante un fin de semana, que mantiene la atención de lector y cierta tensión, pero va a tal velocidad que todo me ha resultado muy superficial, facilón, una investigación donde todo les viene rodado sin mucha explicación, en fin… muy flojo todo.

Las pinceladas que nos da de los personajes son las justas para que la historia funcione y es una pena no haber sacado más partido de ello, sobre todo del malo de esta historia. En cuanto a la ambientación, tampoco es algo destacable y es una pena, porque el escenario por el que se mueve Sammy para salvar su vida, podría haber destacado un poco dentro de la trama.

En fin, que entretiene, pero… ¡meh! Existe un segundo libro protagonizado por Sammy, aunque creo que no está traducido y por mí, así se puede quedar.

¿A que descartar libros también está muy bien? de nada.

Enlace: https://bitacorademislectura..

Me llamó la atención la portada, el título parecía interesante. Sucedía en Australia, que era justo lo que necesitaba y ¡la autora es una policía en activo! Me decidí inmediatamente, aunque sabía que no debía esperar mucho, es una primera novela de una autora no conocida (al menos para mí).
Al comenzar a leer, ya me gustó la forma en que está escrito, me dejé llevar por los horrores que, más de una vez, salen en televisión.
Por fin un psicópata que actúa como tal, por instinto, ve una presunta presa y acecha y ataca, sin pensar en nada más que no sea satisfacer su ansia de sangre. Me ha recordado muchos casos de asesinos en serie que he visto, los malos pueden ser listos, pero no son perfectos, comenten errores y eso es lo que tenemos que aprovechar.
Me han gustado los personajes, tanto los principales como los secundarios. La trama tiene la velocidad justa para no perderse y desde luego, se nota que en todo lo policial, sabe lo que está escribiendo.
Este tipo de depredadores existen en nuestro mundo, sólo podemos rezar a todos los dioses conocidos o desconocidos, para que no se crucen en nuestro camino. Ya que no jugamos con las mismas reglas y ellos siempre tienen las de ganar. Lamentablemente, también es cierto que muchas desapariciones y asesinatos quedan sin respuesta, quizá porque la víctima no sea policía.
Una novela muy entretenida, que se lee fácilmente y que se acaba pronto, aconsejo su lectura.