El brillo de las luciérnagas

No existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma

No existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma.

No existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma-continuó la abuela-. Y me parece a mí que tú eres una de ellas. Tú has creado tu propia luz. La luz que necesitabas en esta oscuridad.

Una puerta pierde su significado si no la atraviesas a menudo. Se convierte en pared

Cualquier sitio en el que estés tú es mucho mejor que ningún otro

No existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma.

—¿Y cómo se me quitó?
—Como se quitan todos los miedos —contestó. Se levantó y se dirigió a la puerta de la habitación. Allí colocó un dedo sobre el interruptor y añadió—: Enfrentándote a él.
Apagó la luz.
El bebé empezó a llorar.

Cualquier sitio en el que estés tú es mucho mejor que ningún otro

Observé los dos pedazos de cosas importantes que se habían roto en mi vida. Algo mucho más importante se había roto dentro de mí.

No existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma.