Decepcionante. A pesar del carisma que podría tener el protagonista, Alex Cross (al que durante todo el libro le he puesto la cara de Morgan Freeman), y de las posibilidades en la trama de un terrorista a nivel mundial, que actúa por dinero; se ha quedado casi en nada: poca definición de los personajes y poco interés en la trama, ya que se dedica a ir narrando hechos, sin desarrollar una mínima intriga o una investigación interesante.
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