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Un libro genial. Modiano es un maestro del ritmo de la narración, de lo que Piglia llama el tono propio. Un Pedigrí es una exploración incómoda sobre sus padres. Casi todo el libro tiene un tono esquivo, áspero. Las frases son telegráficas, escuetas, parcas. El narrador parece estar molesto por tener que hablar de las miserias de sus padres, a los que acusa pero perdona. Allí radica su legitimación, su pedigrí, en el perdón. Creo que este libro es una especie de ascesis evasiva en proceso, en pleno desarrollo, inestable, inconclusa. No hay justificación para el trato que recibió en la infancia y la adolescencia, en caso de contener este relato ficcional elementos verídicos. Sin embargo, Modiano evita con elegancia la autocompasión por un lado y la justificación forzada del desamparo que sufrió y pareciera que todavía sufre, por el otro lado. Una madre actriz que lo abandona pero le pide ayuda. Un padre rarísimo, débil frente a su segunda mujer pero autoritario con su hijo, al que trata de expulsarlo de su vida (que parece vinculada al delito). Modiano parece relajarse recién hacia el final del libro, donde logra momentos de redención, aunque inconclusa. Opino que este efecto forma parte del arte de Modiano. No creo que se pueda explicar solamente como el ritmo catártico de una sesión de psicoanálisis. Opino que conviene leer este libro en el contexto de toda la obra de Modiano, que trata siempre el tema de la construcción de la identidad, de las sombras de la memoria, de la literatura, de París, de sus padres, del abandono. En particular, creo que conviene leer Un Pedigrí, publicado originalmente en 2005, junto con su libro de 2014 Para Que No Te Pierdas En El Barrio.
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