Chevreuse

El escritor francés y ganador del Premio Nobel de Literatura en el año 2014 y otros grandes premios como el Goncourt, es un excelente y reconocido autor que, en esta obra nos presenta una historia que está sin narrar. Ahora lo veremos.

Su protagonista, un escritor llamado Jan Bosmans indaga en la memoria que se activa rápidamente con el nombre de Chevreuse, que en un primer momento, le permite recuperar de sus recuerdos una lectura, las Memorias del cardenal de Retz un libro de cabecera en el que aparece la Duquesa de Chevreuse.

A partir de aquí se avivan sus recuerdos y las señales de un pasado que se van relacionando y ambientando hasta alcanzar relatarnos, ya desde su infancia, cuando estuvo viviendo en una casa situada en el valle de Chevreuse, cercano a París , y donde también recordará un gran hecho muy significativo que marcará su vida.

También nos aparece París, sin duda alguna, otra de las características de Modiano, París , sus barrios, sus bosques, sus estaciones, sus plazas. Nos paseamos muy claramente por un París, el de Modiano, un París admirado y esplendoroso.
Y, además otro barrio parisino importante como es Auteuil.

A pesar de lo dicho, la novela, cuyo título, no tiene ninguna duda, pues iremos con su protagonista a Chevreuse, y nos inmiscuiremos con varios personajes, bastante peculiares que esconden acontecimientos, con ellos avanzamos o mejor dicho, deambulamos con largos silencios y secretos que crean una atmósfera un tanto asfixiante puesto que ante preguntas precisas , nunca obtenemos respuestas claras. Este es el gran acierto que ni el mismo protagonista, Jan Bosmans parece entender.

Sin embargo, y precisamente por ello, la novela nos atrapa y es capaz de crear un verdadera intriga que intentaremos ir descubriendo.

Se desarrolla en tres momentos esenciales de la vida del protagonista aunque siempre superpuestos, nos encontraremos con episodios de una infancia ya muy lejana, donde el protagonista fue testigo de unos hechos que mucho tiempo después adquirirán su sentido.

También abordará una juventud, que es la de los años sesenta donde el protagonista se sumerge en un mar de interrogantes y por supuesto, el mundo contemporáneo de Bosmans desde donde intenta comprender todas las peculiaridades de un pasado con muchos recorridos.

En todas ellas lo acompañarán diferentes personajes , extraños y extravagantes, y vidas nada habituales con cierto sabor a misterio e intriga, la verdad es que con ellos parece que estemos leyendo una obra detectivesca al cien por cien.

Un viaje realmente hacia sus orígenes, que cuando tiene veinte años, irá acompañado de dos amigas, Camille, también con el sobrenombre de “Calavera” y de Martine Hayward, con las que volverá a visitar una casa en la que pasó su infancia y donde fue testigo de un hecho protagonizado por dos personajes masculinos y nada recomendables, Guy Vincent y Michel de Gama que corresponden a una etapa oscura que salta a la luz llena de oscuros recuerdos que despiertan su memoria.

En definitiva, nos encontramos a un hombre mayor, tiene unos setenta años, que intentará reconstruir todo lo que ocurrió en su juventud, dando paso a los recuerdos y personajes de una vida con los que compartió grandes momentos y secretos inconfesables por lo que convertidos en personajes de una novela, los puede mantener a distancia.

Es además un escritor, sí, también puede ser el propio Modiano, ya que como al protagonista, parece obsesionarle el pasado, un alter ego del escritor que ya había aparecido en novelas anteriores.

Una prosa cuidada que leemos como si hiciésemos y vamos completado un puzzle en el que no todo está perfectamente engarzado, pues siempre nos encontramos sorpresas que nos confunden.

Así es esta interesante novela en la que importa más lo que no se dice, sólo se insinúa o se oculta directamente, que lo que queda explicado aunque sea a retazos.

Los planos, el real y el imaginario se mezclan, dejándonos una especie de vida en suspenso y nada concluyente. Y es que es Modiano.